VUELVE LULA

Opinión Por

Las noticias de los amigos del Brasil son buenas y esperanzadoras. El Expresidente Lula recuperó sus derechos políticos y está nuevamente en la palestra de la próxima contienda electoral. Lula fue encarcelado en forma ilegal, despojado injustamente de sus derechos políticos y sus bienes ilícitamente bloqueados. Una persecución política de esta forma tan irregular no teníamos conocimiento desde hace mucho tiempo en América Latina. 

La derecha brasileña no ahorró ninguna persecución contra el Expresidente Lula. En la rueda de prensa que brindó al salir de prisión no pudo contener las lágrimas cuando recordó a su fallecida esposa María Leticia Rocco, quien murió de pena moral al soportar estoicamente el pavoroso acoso contra su esposo. Sin embargo, fue tal la madurez política de Lula al decir que sus angustias personales eran pequeñas cosas frente al sufrimiento del pueblo brasileño en este caótico periodo presidencial de Bolsonaro.

Y no es para menos. Es tan errática la política actual en Brasil que presenta una de las tasas de desempleo más alta del mundo con casi un 15%, algo verdaderamente escalofriante.   Más de 30 millones de brasileros sobreviven en la pobreza. Para agravar esta situación presenta un récord de 2.000 muertes diarios   y más de 70.000 nuevos contagios por Covid 19.

Con estas cifras de muertes disparadas, con una errática política de salud que le impide disminuir las galopantes cifras de la pandemia, con una loca carrera del porcentaje de desempleo, los brasileños vuelven acariciar la posibilidad real de llevar nuevamente a Lula a la Presidencia. Y tienen toda la razón, durante la pasada Presidencia de Lula fueron más de 50 millones las familias que salieron de la pobreza y se ubicaron en los nuevos sectores sociales que tenían garantizadas la salud, vivienda, trabajo, educación universitaria para sus hijos, motivo de orgullo para la sociedad brasileña.

Mucho tendrá que ayudar y trabajar el Expresidente Lula por sus empobrecidos paisanos, hoy olvidados de un gobierno neoliberal que solo piensa con criterio de capitalismo salvaje, jamás incluye las urgentes soluciones reclamadas por las familias en las necesitadas “favelas” y en los campos de producción agrícola.

Es inaceptable que una nación tan rica y poderosa como Brasil, la séptima economía a nivel mundial, este pasando por graves situaciones en el marco de la pandemia del Covid 19 y sea la segunda nación en el mundo con cifras tan angustiosas como las planteadas por los analistas que le hacen seguimiento al comportamiento de la crisis de salud mundial. 

Todo parece indicar, que la sola libertad de Lula y la  recuperación de sus derechos políticos, unidos a su histórica intervención en el Sindicato de los Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, ha disparado de nuevo la esperanza y el entusiasmo de un pueblo que fue engañado en el juicio contra Lula y hoy sabe: Que no solo es inocente, sino que representa el  verdadero resurgir de Brasil por  la senda de la dignidad, los derechos humanos, la justicia, la superación del hambre y la  falta de oportunidades. Con este Brasil nos identificamos y gustosos acompañamos estas justas y satisfactorias esperanzas.

Presidente del Comité Permanente de defensa de los DD.HH. Fue Embajador de Colombia en Europa. Trabajó en el Programa de Paz de la Universidad Pedagógica de Colombia, y es un reconocido defensor de Derechos Humanos.