El martes 5 de marzo, Claudia López, exsenadora de la República y exvocera del Comité Promotor de la Consulta Anticorrupción de agosto de 2018, anunció que se suma a la lucha por el aval de la Alianza Verde para la Alcaldía de Bogotá.
Con ese anuncio, oficialmente los Verdes liderarán la consulta interpartidista de mayo, sencillamente, porque son pocos los candidatos que tienen opciones verdaderas de ganar.
Y ante esta realidad, sólo caben las apuestas, como las que hicieron hace unos días, un par de amigos, uno de los cuales me autorizó a nombrarlo en estas líneas.
Para Nicolás Rojas Pardo, el juego que desde la Alianza Verde tienen con la consulta interpartidista de mayo es el mismo que se hizo entre octubre de 2017 y marzo de 2018 con la llamada “consulta interpartidista de centro”, dónde se suponía que Fajardo y De la Calle y tal vez Galán Pachón, se irían a generar una tercería en medio de la polarización que ya generaban las consultas de la derecha con Duque, María Lucía y Ordoñez por un lado y de lo alternativo con Petro y Caicedo por el otro.
Según Rojas, la idea es simple: generar expectativa en medio de los liderazgos políticos y mantener a la prensa atenta a los comunicados y movimientos de las precampañas, por supuesto, para no gastar tanto en publicidad, todo ello, mientras la verdadera campaña está trabajando con sus equipos locales, consiguiendo respaldos en la base electoral.
Esa fue la estrategia que jugaron en la llamada Coalición Colombia, quienes sabían, gracias a la campaña de expectativa generada y que dio tremendos resultados en las encuestas de opinión, que daban como virtual ganador a su candidato, reforzando así su candidatura, que serían ellos los que decidían si había o no consulta/alianza con De la Calle.
Fueron famosos los cafés, los encuentros, los emisarios de lado y lado, todas ellas acciones de desgaste en las precampañas que querían participar, que, por supuesto se quedaron quietas durante semanas y meses enteros, esperando si debían empezar campaña para la consulta o para la elección presidencial o prepararse para el empalme luego de la alianza.
Finalmente, se hizo pública la decisión previamente tomada de no ir a consulta y de seguir en campaña, con lo que dieron el golpe final a la otra campaña que le competía por el amplio electorado tibio y cómodo que poco sale a pelear y a meterse en disputas que ni entiende, ni quiere entender.
Los resultados fueron exitosos.
El otro candidato de centro, el del Partido Liberal, no alcanzó ni un millón de votos y aunque en la primera vuelta también perdió en su intento de ser la tercería, su votación significó que tenemos que aguantarnos a Fajardo con sus avistamientos de ballenas y sus amenazas de volver a lanzarse a campaña.
Para Rojas Pardo, no habrá consulta interpartidista en mayo de los sectores de centro y alternativos ya que la campaña inicial, la de Navarro, se seguirá fortaleciendo, siguiendo el juego de Fajardo y su CoCo del año pasado.
Por otro lado, mi otro amigo afirma que sí habrá consulta y que ganará Navarro, si es que Navarro se queda con el aval de los Verdes, aunque si Claudia López lo obtiene, no habría lío, ya que igual ganaría la consulta de mayo.
Ahora bien, con respecto a los precandidatos, algunos, entre ellos Rojas Pardo, creen que, si Navarro gana el aval, el respaldo de Petro será inminente, lo que significa que las candidaturas de Hollman Morris y de Jorge Rojas tendrán que replegarse al ungido del Senador con 8 millones de votos, con lo que Navarro posiblemente iría en el tarjetón además del girasol de los Verdes, con el colibrí de la Unión Patriótica, las coloridas letras de la Colombia Humana y con la mazorca de MAIS.
Si, por el contrario, va Claudia, el respaldo de Mockus sería indudable y con él, el de su medio millón de votantes en Bogotá, lo cual es un caudal nada despreciable. Algunos afirman que muy probablemente la izquierda rancia no la respaldaría y se dedicaría a hacerle eco (como ya empezaron a hacerlo en twitter con el anuncio de su lanzamiento) a los ataques de la derecha que la llaman lesbiana y gritona y le sumarían madrazos como peñalosista, santista, acomodada, tibia y neoliberal, repitiendo la estrategia de Clara López hace cuatro años, cuando como mula muerta se atravesó en la campaña de Rafael Pardo, dividiendo los votos alternativos y de centro, con lo que se le allanó el camino a Peñalosa.
Mis dos amigos, en línea con lo que muchos opinan, dicen que la Alianza Verde este año tiene la oportunidad de definir la campaña para la Alcaldía de Bogotá y que todos irán contra su candidato o candidata, sea en la consulta de mayo o directamente en la elección de octubre.
En otras palabras, la Alianza Verde en Bogotá, saldrá bien librada de la contienda electoral por el Palacio de Liévano, aún, si en el peor de los casos lo pierde contra el uribismo y la coalición de partidos de derecha y derechizados que Miguel Uribe desea organizar, ya que tendrá a su candidato o candidata como Concejal, liderando la bancada de oposición en el Concejo Distrital, gracias al Estatuto de Oposición que se estrenará en 2020 en los entes territoriales.
Finalmente, también ganaré yo, ya que la botella de ron que apostaron mis amigos, será repartida entre nosotros mismos.