A dos días de iniciarse la visita del Papa Francisco, Colombia recibió una importante noticia que nos llena de esperanza y que complementa uno de los deseos que tenemos todos los ciudadanos de tener un país en completa paz, sin la presencia de grupos armados ilegales que nos permita entrar en un proceso real de reconciliación y perdón.
Se ha conocido el acuerdo logrado entre el Gobierno Nacional y el ELN para la firma de un cese de fuego y de hostilidades parcial en el marco de las negociaciones de paz que iniciaron las partes inicialmente de manera exploratoria en septiembre de 2015 y formalmente el 30 de marzo de 2016 en Ecuador, pero no se avanzó y sólo en enero de este año se acordó el comienzo de los diálogos el 8 de febrero.
Aunque el ELN es una organización que nació en 1964 con orientación marxista-leninista, tuvo entre sus dirigentes figuras emblemáticas a los sacerdotes Camilo Torres y Manuel Pérez. Creemos que esa influencia católica es una circunstancia positiva para el logro de este acuerdo sumado a la visita pastoral del Santo Padre en el que esperamos se afiance el perdón y la reconciliación entre los colombianos.
Lo que más queremos es que, efectivamente, estas negociaciones que se adelantan en Ecuador avancen a todo vapor y que en realidad puedan tener un resultado en el menor tiempo posible para seguir dando los pasos para la paz y la reconciliación total en Colombia, ya que desde 1998 los diferentes gobiernos han venido haciendo esfuerzos por concretar un acuerdo definitivo con esa organización.
A pesar de los tropiezos derivados de la exigencia de la liberación de los secuestrados y el cese de los atentados contra la infraestructura petrolera y contra miembros de la fuerza pública, se ha venido avanzando en estos diálogos en este gobierno con una agenda temática de seis puntos:
- Participación de la sociedad.
- Democracia para la paz.
- Víctimas.
- Transformaciones para la paz.
- Seguridad para la paz y dejación de las armas.
- Garantías para el ejercicio de la acción política.
Tanto el gobierno como la sociedad civil han venido reclamando acciones concretas para disminuir el conflicto, por eso creemos que el cese bilateral del fuego y de hostilidades por 110 días (1 de octubre 2017 – 12 de enero 2018) es una muy buena noticia para el país, porque esta organización se compromete a suspender el secuestro de colombianos y extranjeros; a no cometer atentados contra la infraestructura, especialmente, la petrolera; tampoco seguirá sembrando minas y, no reclutará menores de edad.
Creemos importante también destacar el compromiso del gobierno de establecer un programa de alertas para defender los derechos humanos de líderes sociales en Colombia y de otro programa para atender a los miembros del grupo subversivo presos.
Es importante que el ELN reconozca que la visita del Papa es un hecho trascendental para este momento que vive el país. Su sola presencia traerá esperanzas, su aliento nos dará coraje, la memoria nos predispondrá a todos a honrar a las víctimas y encontrar una salida política al conflicto para construir un país con Justicia Social y debe servir de motivación extra para acelerar la búsqueda de acuerdos, que tienen como principales destinatarios a las comunidades que padecen las consecuencias lamentables del conflicto.
Este es un gran avance dentro de los esfuerzos para lograr un acuerdo de paz que conlleve a un Cese al fuego bilateral definitivo, porque como lo señala el Artículo 22 de la Constitución Nacional, “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.