Luego de dos intensas semanas de campaña para los cargos nacionales de la Organización Nacional de Juventudes Liberales (ONJL), en esta recta final antes del Congreso Nacional de Juventudes que se realizará el próximo sábado 11 de julio y en donde se elegirán dichos cargos, tal parece que hay algunos cambios sustanciales en uno de los equipos en disputa.
En esta oportunidad, existen dos equipos de campaña, por una parte Región Liberal, equipo liderado por John Baquero, actual Director Nacional designado por la Dirección Nacional Liberal luego de la expulsión de la Directora electa Ana Carolina Alzamora; por el otro, el originariamente llamado Coherencia Liberal que precisamente en esta semana ha cambiado de nombre para llamarse Convicción Liberal, articulado inicialmente alrededor de Cristian Romero, Secretario Distrital de Juventudes Liberales de Bogotá.
Las planchas hasta el lunes 6 de julio estaban conformadas de la siguiente manera: para Dirección Nacional y Secretaría Nacional por Región Liberal los candidatos eran John Baquero por Cundinamarca y James Cañizales por Santander, respectivamente; mientras que por Convicción Liberal para Dirección Nacional el candidato era Cristian Romero de Bogotá, mientras que David Fernández de Boyacá, Federico Quintero de Caldas y Jorge Buitrago de Valle del Cauca se perfilaban como candidatos a Secretaría Nacional y todavía no se habían decantado por a quien elegir de entre esos tres precandidatos.
Con respecto a los apoyos hacia cada candidato, hasta el día lunes había 16 Asambleas respaldando la lista de Región Liberal y 10 apoyando la lista no consolidada de Convicción Liberal.
Ahora bien, algo debió suceder entre el lunes y el martes ya que hubo un par de cambios sustanciales en la lista de Convicción Liberal: Cristian Romero ya no será el candidato a la Dirección Nacional de Juventudes Liberales y el candidato será David Fernández de la Asamblea Departamental de Juventudes Liberales de Boyacá, el mismo que en medio de la campaña acusando de ignorante y de carente de atención, pretendía enseñarle sobre machismo a una de las líderes del equipo de Región Liberal, en una decidida acción patriarcal y violenta de su parte.
Según fuentes, detrás de ese cambio estaría la intervención de un par de representantes a la Cámara quienes en el transcurso del día martes iniciaron el lobbying respectivo entre líderes de las Asambleas territoriales de Juventudes Liberales.
Esta situación, que no es muy frecuente en el Congreso de Juventudes Liberales, o al menos no de manera tan evidente, ubica en otro plano el debate sobre las campañas, situándolo en el de cuantos respaldos parlamentarios tiene el candidato en cuestión, lo que de manera desafortunada, hace pensar que el candidato de antemano ya tendrá comprometida su voz y su capacidad de decisión al congresista o en este caso, al del equipo de congresistas que activamente le están buscando los votos.
Así las cosas, no se sabría si la convicción liberal sea precisamente la del cacicazgo político, la de utilizar las estructuras políticas para llegar al poder, moviendo a las personas como si de fichas en un tablero se tratasen.
No se conocería con exactitud si la coherencia liberal sobre la que basan su plan de acción, sea justamente la de actuar de acuerdo con lo que digan sus jefes políticos de turno, empeñando la autonomía de la organización política juvenil más grande del país.
No se tendría la certeza de si la renovación en las prácticas políticas, sea la de lavarle la cara al tráfico de influencias, con lo que la politiquería se instalaría como el mecanismo por el cual se trabajaría de ahora en adelante en la ONJL.
Ojalá y los jóvenes liberales el próximo sábado voten a conciencia y elijan entre planes de acción y no por ofrecimientos de puestos o cuestiones similares.