El panorama político en América Latina los últimos años tiene guardados en sus registros promesas en política no cumplidas, y sorpresas de todo tipo en los electores y pueblo en general. Esta columna reflexiona esos temores de mentiras, o olvidos de la política y el voto.
Primero que en toda campaña política existe la demagogia en grande sonido y poco sonido es un hecho. América Latina es una región donde el fanatismo político de los seguidores es más importante en la euforia de momento que desconfiar un instante de sus líderes, así lo que se escuche sea una mentira. Como dice Nietzsche una explicación cualquiera es preferible a una falta de explicación.
Tomemos de ejemplo a Perú 2021 y sus elecciones el 6 de junio, seguido del candidato del Partido Perú Libre Pedro Castillo el cual es el favorito para ganar las elecciones.
¿Qué preocupa? lo que llamá a la sospecha, es el modo de improvisar las propuestas, y los planes de campaña en general los últimos días. Piscas de demagogia ingenua se ha dejado de manifestación en las doxas y sus mítines, o cuando está en la prensa, hoy dice una cosa, y mañana dice otra. En mi opinión, no habría existido hasta después de la primera vuelta un plan de gobierno y equipo técnico concreto o definido, el plan 200 empezado a sonar por( xxx) invitados es prueba de ello, seguido de las figuras a las que ahora empieza a llamar para pensar sus propuestas.
Notas a tomar en cuenta, si digo voy a combatir al neoliberalismo y lo primero que hago como candidato es dejarme seducir por los medios, y empiezo a llamar a elementos como economistas neoliberales, o gente que nada tuvieron que ver con el programa base, eso ya es una contradicción. ¿Qué ya no hay más economistas, juristas, profesionales en Perú con una visión que no sea neoliberal para llamar?
Cuidado; anotamos que un programa político podría ser visto como un alumno de graduación y su tesis, el alumno y su asesor no pueden llegar al jurado sin un trabajo completo para mostrar o defender.
Sería interesante que en adelante se aprenda a usar las cartas de sugestión y de cumplimiento entre candidatos y sus propuestas de campaña antes de toda elección; esa carta de sugestión serviría como un recordatorio para todo candidato; modo que no estaría fuera de lo posible empezar a practicar.
La mentira ya ha recobrado vida autónoma fatalista y de fetiche en la política de los países de la región sur, y el Perú no escapa de todo este dilema: Toledo; Alan Gracia; otros., dijeron una cosa y en los hechos hicieron otra, el más sonado fue el de Ollanta Humala.
Es sabido que no hay una cultura avanzada sobre tener respeto con lo que se dice y se tiene que hacer en la política- Perú – es un hecho aceptar; pero creemos que ya es hora de empezar a crear respeto por la voluntad del pueblo, sobre todo por el voto que emite esperanza, que quiere cambio sincero, no políticos toqueros o de momento.
Recordar que el poder emborracha a hombre, y lo hace perder la cabeza, desde los estudios de Maquiavelo, hasta la actualidad está demostrado.
La necesidad de buscar un nuevo rumbo en Perú, y luchar contra la corrupción de la familia Fujimori, y todas las elites dominantes en estas elecciones, hace que el elector que ya fue engañado, maltratado, burlado, nuevamente vuelva a creer en los discursos de la esperanza y la mudanza ofrecidos por Perú Libre ¿qué pasara no lo sabemos?
Se nos ha acostumbrado de que no se puede criticar responsablemente al partido político de nuestra elección; pues eso, ya es un error que no se puede seguir cumpliendo; por lo contario se tiene que ser fríos, incluso cuando se está camino a la victoria. No olvidar que los fracasos del incumplimiento, harían el camino más difícil de lo que ya hoy esta para las nuevas generaciones que pensaran la vida política, económica y democrática del Perú, y sus pueblos. También, los incumplimientos de la política y sus candidatos llevo a mucha gente a no creer más en la política. En esta elección del 2021 millón de jóvenes, y gente en general votaron ya, volverán a votar, y eso merece cuidado y respeto. Otros miles de miles en cada pueblo han salido a los mítines arriesgando su vida y la de sus familias en tiempos de Covid-19, por acompañar a su candidato, eso tampoco es de olvidar.
Finalizamos con la historia y su fin de la fuerza que tuvo Sansón que entre vino y música se emborracho, no hizo caso a sus padres, olvido a su pueblo; al final los enemigos se burlaron, y hasta sus ojos le sacaron.