El pasado 7 de mayo, el Ministro del Interior firmaba y publicaba el Decreto 762 de 2018 por el cual se adopta la Política Pública para la garantía del ejercicio efectivo de los derechos de las personas que hacen parte de los sectores sociales LGBTI y de personas con orientaciones sexuales y de género diversas, precisamente diez días antes de que a nivel mundial se conmemore el IDAHOT, por sus siglas en inglés, que en español sería el Día internacional contra la Homofobia y Transfobia.
Recordemos que el 17 de mayo de 1992 en la asamblea de la Organización Mundial de la Salud se votó a favor de eliminar la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
De acuerdo con el Decreto, la Política pública tiene como objetivos específicos 1) promover y garantizar el ejercicio de los derechos civiles y políticos, en particular los derechos a la vida, libertad, integridad, seguridad y a una tutela judicial efectiva; 2) garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la participación de los sectores sociales LGBTI y 3) promover y garantizar el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales con énfasis en el derecho a la salud, educación, trabajo, vivienda, recreación, deporte y cultura, que se desarrollaran a partir de tres ejes estratégicos.
Considerando que las políticas públicas en la práctica son la expresión de la intención del Estado para hacer algo que solucione un problema considerado como público, es decir un problema que por su importancia en la sociedad ha logrado captar la atención de los entes gubernamentales, podríamos afirmar que mediante esta política pública se van a realizar acciones para resolver dos aristas de un mismo problema: en Colombia creemos que los maricas son ciudadanos de menor categoría que el resto.
Y eso creen no sólo las personas del común, sino también las entidades del Estado en todos los niveles de agregación territorial, y especialmente las personas que hacen parte de dichas entidades, de ahí que los tres ejes estratégicos que tiene la citada política consideren entre los tres, 35 metas que estarán en cabeza del Ministerio del Interior, como entidad rectora y coordinadora de la misma, para resolver la fobia del Estado y de la sociedad civil colombiana hacia lo LGBTI.
Ahora bien, dentro de los ejes estratégicos, llama la atención algunas metas que en definitiva darán de que hablar entre los sectores más retardatarios de la sociedad colombiana y de los funcionarios públicos.
Dentro de las catorce metas que contempla el primer eje estratégico de la política pública LGBTI denominado “fortalecimiento de capacidades y competencias institucionales para la atención con enfoque diferencial de orientaciones sexuales e identidades de género diversas”, hay uno que busca “diseñar e implementar mecanismos para garantizar una vida libre de violencias a niños, niñas, adolescentes y jóvenes con orientaciones sexuales e identidades de genero diversas” (OS/IG) lo que en la práctica implica que para cumplir con el deber estatal de garantizar la igualdad de derechos a toda la ciudadanía, el Ministerio del Interior deberá articular acciones con el Ministerio de Educación para que en todos los colegios públicos y privados del país se garantice que los estudiantes no sean violentados por tener OS/IG diversas, ni por los profesores, ni por los trabajadores ni por los estudiantes.
¿Qué dirá la nueva mejor amiga de Iván Duque, al exsenadora Viviane Morales de esa más que necesaria futura vigilancia?
El segundo eje estratégico de la Política pública LBGTI es el de la “promoción del reconocimiento e inclusión de los sectores sociales LGBTI y de personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas” que dentro de las siete metas que contiene, llama poderosamente la atención la meta de “promover el desarrollo de estrategias para la difusión y promoción de los derechos de las personas de los sectores LBGTI en el ámbito judicial, de la salud, del trabajo (público y privado) entre otros”.
Para algunos retardatarios, esta promoción que bien realizada permitirá que hospitales, clínicas, juzgados, empresas entre otras organizaciones de la sociedad civil puedan sensibilizarse a la realidad que viven especialmente las mujeres y los hombres trans, no implicaría otra cosa que lo que dijo el autonombrado pastor cristiano Marco Fidel Ramírez en Twitter: “nos llevan de narices hacia una peligrosa dictadura homosexual en Colombia”,
Finalmente el tercer eje estratégico “respeto, protección y garantía de derechos” que contempla catorce metas, contiene una que indudablemente generará resistencia y es la de “crear y desarrollar estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida y de bienestar de los sectores sociales LGBTI en términos de acceder a una vida libre de discriminaciones en condiciones de dignidad y sin intromisiones indebidas en la expresión de su orientaciones sexuales e identidades de genero diversas”. Se les acabará el chismorreo y la persecución de los cristianos pentecostales y pseudocristianos fanáticos a los hombres y mujeres con OS/IG diversas que viven en todos los barrios de todas las ciudades y municipios del país. Esperaría yo.
Sin lugar a dudas, el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos Calderón, quien se autonombra “socialdemócrata” entendiendo la socialdemocracia como esa tercera vía entre la derecha y la izquierda rancia, pasará a la historia como el presidente más pro-LGBT que ha tenido Colombia.
¿Será que los partidos de la coalición de derecha que respaldan a Iván Duque en un hipotético Gobierno suyo, lograrán ejecutar este Decreto?
Estimado lector que pertenece o es afín a los sectores LGBTI y que respalda a Duque, yo de usted pensaría mejor el voto, votando por alguien que sea garantista de derechos.
Ojalá que fuera por uno que vaya por el centro De La Calle.
#IDAHOT2018
#NoMásHomofobia
#NoMásTransfobia