Vargas Lleras y el suicidio

Opinión Por

Vargas Lleras encontró que el campo político de los partidarios del Acuerdo de Paz estaba saturado: desde la derecha franca (Fajardo), el centro institucional (De la Calle) y el contestatario (Claudia López), hasta la izquierda tibia (Clara López) y la radical (Petro) están atrincherados. Al contrario, el campo de la derecha está ocupado por un retador en problemas, Uribe, pues sus candidatos presidenciales no logran consolidarse y tanto Ordoñez como Marta Lucía Ramírez, posibles alternativas presidenciales, no tienen electorado ni partido propio. Por eso Vargas Lleras decidió entrar dando coscorrones más a diestra (Santos, Uribe) que a siniestra: a quitarle electorado a la derecha rancia porque en el centro asustan y la izquierda nunca apoyará al dueño del partido que más exparlamentarios corruptos y paramilitares tiene en la cárcel.

La estrategia de Vargas “Yeras” puede resultar terrible para el campo de los defensores del proceso de paz, veamos.

Cuando Uribe decida quién es “su” candidato, es decir el que mejor le garantice volver a ser reelecto y le resuelva el lío de su hermano y los “12 apóstoles”, en noviembre de este año o en marzo del entrante, ese candidato o candidata se disparará en las encuestas y la guerra será franca con Vargas Yeras. Tenemos el riesgo de que Colombia termine derechizándose, tomando partido por alguno de los candidatos del orden y de la guerra. Si para entonces el campo de los partidarios de cumplir los acuerdos de paz sigue disperso y atomizado entre egos y fundamentalismos, el resultado sería que a la segunda vuelta pasarían “el que diga Uribe” y Vargas Yeras. Entonces, apague y vámonos. Pero ¿para dónde? ¿Para Cataluña o para Catalunya?

Así como Vargas Yeras tiene al Fiscal poniéndole palos a la rueda de la paz, legislando y vetando sobre los acuerdos de paz, ya sea la JEP o cumplir con desmontar la fracasada política estadounidense de erradicación forzosa de la coca, etc., así mismo utilizará al Fiscal para negociar con Uribe o para confrontarlo en sus flancos débiles, ya todos sabemos cómo.

Lo anterior explica la actitud de Uribe de “por ahora, hagámonos pasito” con Vargas Yeras. También explica por qué Uribe juega a aplazar hasta marzo la decisión sobre su candidato o candidata: hasta cuando el campo de la paz ya no pueda unirse ante el temor al desastre y entonces se suicide.

Claro que habrá otros temas en la campaña, adicional al tema de la paz. Estará el de la corrupción, pero ese no le interesa ni a Uribe ni a Vargas Yeras. Y sobre la equidad y el modelo de desarrollo solo hablarán los que pasen a segunda vuelta, si es que pasa alguien del campo de la paz porque entre Uribe y Vargas Yeras el neoliberalismo y el extractivismo son doctrina compartida, inclusive en el caso de Fajardo.

Pregunto, ¿Y será que el centro y la izquierda están dispuestos al suicidio?

Magíster en Economía de la Universidade Estadual De Campinas, y en Impactos Territoriales de la Globalización de la Universidad Internacional de Andalucía. Exdirector del Instituto para la Economía Social y Exsecretario de Desarrollo Económico.