La democracia concede a los ciudadanos una oportunidad única: la opción de elegir a su gobernante y con ello los destinos de su nación los próximos años. Si algo debe enseñarnos los ocurrido el pasado domingo en Venezuela donde Maduro se impuso hasta 2025, es que la perdida de ese poder o su mal uso pueden llevar a un país a la ruina.
Pero no se cita al caso venezolano para decir que vamos rumbo a lo que han intentado llamar “castrochavismo”, ni tampoco para decir que no se apoye a un candidato u otro, sino más bien para que se haga una profunda reflexión sobre el valor de las propuestas y el trabajo colectivo, más que los proyectos personalistas, los proyectos de una Colombia unida y en paz.
Este domingo les recomendamos:
- Salga a votar: Sin importar que le guste un candidato u otro, sin importar que no le guste ninguno y prefiere votar en blanco, usted posee un poder por el que muchos políticos corruptos pagan, el poder de decidir quién gobernará a Colombia. Y votar es lo más importante
- Decida bien su voto: ¿Qué es más importante? El miedo, la desesperanza de un país que teme al pasado, o decidir bien por las futuras generaciones.
Repase las propuestas, los apoyos de los candidatos, su defensa de los derechos, su intención de dividir o de unir al país, incluso su beligerancia, todo esto será fundamental.
- Finalmente, no sólo decida por las encuestas, votar solo porque alguien puede o no ganar es simplemente resignar al país y creer que las encuestas lo definen todo. Votar por la opción que usted considera más acertada sea que lidere o no las encuestas, es votar con la conciencia de que este país merece el mejor gobernante posible y que en los próximos cuatro años usted como ciudadano pueda decir que sea que ganara o no, usted voto por la mejor opción.