La Consulta Anticorrupción tuvo un resultado que no puede ser considerado como irrelevante, pero no alcanzó el umbral, y el motivo no es el apoyo al no, como ocurrió con el Plebiscito por la paz, es el abstencionismo.
La abstención también fue alta en el Plebiscito, había 34.899.945 votantes habilitados, de los que participaron 13.066.047 solo un 37%. En el caso de la Consulta Anticorrupción la pregunta más votada la No. 1 tuvo 11.671.420, habían más de 36.421.026 habilitados, es decir, su participación es de solo el 32.04%.
¿Dónde está el resto del país?, ¿Qué pasó con el resto de los votantes? La mayoría de los colombianos parecen quedarse en casa, su interés en las consultas populares es bajo, aunque en las presidenciales cerca del 50% y en ocasiones hasta el 60% tampoco vota, e ignorar esa realidad tampoco es posible.
Los eventos electorales, son ocasiones para que todos sean partícipes de la democracia, las transformaciones y consolidación de proyecto e ideas políticas que puede generar cambios positivos o negativos.
El constante desencanto de los colombianos debe ser parte del debate, que además de ser evidente en las votaciones, afecta la misma lucha contra la corrupción, pues también se manifiesta en los interesados en hacer un control social efectivo más allá del voto.
La participación activa de los ciudadanos, debería ser otro importante tema antes de embarcarnos en más consultas o plebiscitos.