Se vivió una nueva jornada de marchas contra el gobierno de Iván Duque, la desaprobación en medio del paro para el presidente llegó al 70%, y hoy jueves inician de nuevo las conversaciones entre el gobierno y los miembros de Comité del paro, en una reunión donde se espera que los dos puedan ceder.
Pero mientras todos discuten los elementos que deberían tener las peticiones del paro, también cabe la pregunta de si el paro debe realizarse como un mensaje contra el gobierno, o si realmente es un paro hacía la clase política del país.
El gobierno del presidente Iván Duque, no tiene un amplio margen de acción, no tiene mayorías en el Congreso, ni ganó a través de su partido las grandes plazas de poder en las pasadas elecciones regionales, lo que significa que no tiene toda la capacidad de sus dos predecesores para realizar las reformas que desee.
Lo anterior ha quedado demostrado en múltiples reformas, incluida la primera Ley de Financiamiento que aprobó (Reforma Tributaria), y que necesitó de amplios consensos con otras fuerzas en el congreso, tal y como ocurre con la Reforma Tributaria actual, lo mismo pasa con las normas alrededor de la consulta anticorrupción, entre otras.
Las reformas a la justicia son otro claro ejemplo, tanto en el pasado, como en el actual gobierno, cualquier reforma profunda termina siendo bloqueada en su trámite en la Rama Judicial, lo que impide las reformas, y genera inmovilidad en temas sensibles, así que queda la pregunta en el aire, ¿Es solamente sobre el gobierno que se marcha o contra qué se marcha?
Claro que el gobierno puede proponer e impulsar cambios que pide la protesta, en especial en temas de presupuesto, pero, parece como si sus reclamos se concentraran en un Ejecutivo poderoso, que puede hacer reformas a gusto, cuando desde las reformas más sencillas, hasta las propuestas más radicales de una Constituyente, requieren el acuerdo de todos los poderes.
Sería importante reflexionar si es sobre el presidente Iván Duque que recaen todas las decisiones y cambios que se solicitan, o si el presidente es el único responsable sobre ellas.
Grandes dudas, para una hoja de ruta más clara ante el descontento nacional.