«Quiero que el país me recuerde como el hombre que ayudó a cambiar el modo de pensar en la nación» Luis Carlos Galán

Análisis Por

Un 18 de agosto de 1989, en una tarima del municipio de Soacha, Cundinamarca, el candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, era asesinado por sicarios, en un hecho que no sólo conmocionó al país, también partió en dos su historia política.

Una elección donde Galán iba a la cabeza, con un discurso disruptivo en contra de la vieja política, y el narcotráfico, un país asolado por la violencia, pero con la esperanza de elegir a un líder que comprendía la magnitud del enemigo al que se enfrentaba la nación, fueron el caldo de cultivo para realizar el magnicidio.

Galán nació en Bucaramanga, un 29 de septiembre de 1943, fundó el Nuevo Liberalismo, para enfrentarse a una clase política que el país necesitaba renovar en medio de un ambiente de crisis e incertidumbre, y como lo dice su hijo el exsenador Juan Manuel Galán, en la columna publicada en este medio:

“Se enfrentó solitario al narcotráfico cuando casi todos los sectores de la sociedad colombiana se mostraron complacientes y con frecuencia cómplices de los criminales que lograron penetrar la política, el sector privado, el deporte y la cultura. Pero su lucha fue más allá del enfrentamiento con los narcotraficantes, su causa era liberar a Colombia del yugo impuesto por el clientelismo, esa política interpretada como una transacción de favores y no como una garantía de derechos.”

Durante su carrera política siempre demostró una fuerte intención por cambiar el rumbo, no solo del liberalismo en el militó, también de la manera como los colombianos miraban y se relacionaban con la política. Fue el joven ministro de Educación del gobierno de Pastrana Borrero, Concejal de Bogotá y Senador.

En su primer intento de llegar a la presidencia con el Nuevo Liberalismo, logró consolidarse como una fuerza nacional, desde allí ya se venía enfrentando al aterrizaje de personajes oscuros como Pablo Escobar a la política, años después se confirmó el conplot en su contra, su asesinato fue instigado por exsenador liberal Alberto Santofimio Botero (hoy condenado), con ayuda de Escobar, y un testimonio de “Alias Don Berna” hablaría de la participación de Castaño y las autodefensas en el crimen.

Su legado

Galán dejó un imborrable legado a través de su pensamiento, como él lo diría en una de sus más famosas frases: “La justicia, como la libertad y la vida, tenemos que conquistarla todos los días. La lucha por estos ideales no termina nunca.”

Creía que enfrentarse al clientelismo, y a la violencia exacerbada en el país, requería de un movimiento que emanara del pueblo, que permitiera reestructurar la manera como se gobernaba el país, transformara la relación entre las ramas del poder, y sus propuestas incluían una fuerte transformación social, quería hacer reformas en la educación buscando reducir el analfabetismo (mucho más grande en su época), duplicar la escolaridad, trabajar en vivienda para los sectores más pobres, y tenía un gran plan de telecomunicaciones, entre otras ideas en las que trabajó durante su carrera.

Quizá lo más recordado, sea su intención de transformar el sistema político, no solo con el ejemplo desde el Ejecutivo, también cambiando la forma como los ciudadanos entendían su democracia, y por supuesto, su lucha por la seguridad y paz del país, aquella que lo enfrentó a los grupos criminales que habían permeado todos los niveles del Estado.

Regresó al Partido Liberal para la elección de 1990, y configuró una exitosa campaña, que terminaría esa noche en Soacha, donde el país presenciaría la escena donde se silenciaría al que es considerado el político más importante de la segunda mitad del siglo XX en Colombia.

Su obra y su legado siguen vivos, así como sus frases, no solo el “Por Colombia, siempre adelante, ni un paso atrás y lo que fuere menester, sea», también aquella que parecía dirigida a los que querían callarlo: “A los hombres se les puede eliminar, pero a las ideas no. Y al contrario, cuando se elimina a veces a los hombres, se robustecen las ideas.”

Y finalmente, aquello que dejaría al país: “Quiero que el país me recuerde como el hombre que ayudó a cambiar el modo de pensar en la nación.”

Politólogo, con énfasis en comunicación política. Dirigió el programa Politizate, de Poliradio. Trabajador incansable por la participación ciudadana y el control social.