El Secretario General de la ONU, es uno de los líderes mundiales más relevantes a la hora de formar una opinión internacional sobre la situación de una nación o hecho específico. Esta semana Antonio Guterres quien actualmente ostenta este cargo visitó Colombia, indicando grandes avances y dejando también grandes reflexiones.
Una de las más grandes críticas al Acuerdo de paz, es el supuesto de que no cumple los estándares internacionales, y es fuertemente criticado por su contexto alrededor de la reconciliación, pero la visita de Guterres demuestra la valiosa lección alrededor de críticas que hoy se ven como claramente desinformadas.
El mensaje de Guterres es contundente: “Colombia le hado una lección extraordinaria de resiliencia al mundo”, mientras en su twitter manifestó: “Es inspirador observar la reintegración y capacitación de los ex combatientes de las FARC. Los colombianos están encaminados a construir un país unido y en paz”.
Una enseñanza para una oposición recalcitrante al Acuerdo, un apoyo pero también reflexión para el Gobierno que intenta implementarlo, y un análisis para los colombianos: Nuestro país es un ejemplo para el mundo en construcción de paz, y esa oportunidad no la podemos dejar pasar.
Mientras el escepticismo cubre una compleja implementación y construcción de paz, cabe rescatar las voces que desde afuera alientan a no detenernos en la venganza, el rencor y los ánimos de conflicto armado.
Exigir un país en paz, y no retroceder en la disminución de la violencia, deberían ser mínimos de la campaña electoral, no solo por un mejor país, sino por un mundo donde menos vidas sean sacrificadas a nombre de absurdos.
La visita a campamentos, reuniones con el equipo de Gobierno e incluso conversaciones con la oposición, dejan a Guterres una larga reflexión sobre lo que pasa en Colombia.
Si el mundo aún cree en la paz de Colombia, ¿Por qué nosotros no?