¿Se imaginó usted hace 4 años a los miembros de la entonces guerrilla de las FARC votando en una mesa electoral? ¿Los imaginó vestidos de civil, votando una papeleta y no botando bala?
El Partido Fuerza Revolucionaria del Común (FARC), es la demostración de que el país sí es capaz de llevar a un escenario democrático un enfrentamiento que por 50 años fue bélico. Pero también demuestra que los resultados del Acuerdo de paz bien valían la pena.
Este nuevo partido obtuvo una votación muy baja, en Senado fueron el tercer partido o movimiento peor votado, en cámara también, pero aun así miles de personas decidieron votar por esa opción. Podríamos realizar un debate extenso sobre los motivos por los cuales no pasaron por la Jurisdicción Especial de paz antes de las elecciones, pero el hecho de que logremos unas elecciones pacíficas como nunca en 50 años, las hace históricas.
Más allá de los resultados la FARC fueron a las urnas, y si logramos un país donde a pesar de nuestras profundas diferencias, estas sean resueltas en espacios de debate democrático. Entonces nuestra generación habrá valido la pena.
