La paz requiere verdad y reconciliación. Una herramienta para esto es la Jurisdicción Especial de paz y la Comisión de la Verdad, un mecanismo con características especiales creadas alrededor del conflicto colombiano, pero que han existido en la finalización de los conflictos de muchos países del mundo.
Las FARC ya comenzaron con su asistencia a dicha instancia, pero todos los involucrados y todos los que han participado deben participar.
El mayor desafío de cada conflicto no es simplemente la entrega de armas, es la búsqueda de la verdad y la justicia transicional sobre lo ocurrido. Un proceso que hasta ahora inicia y que seguramente marcará la historia de un país que necesita pasar la página de la guerra, y permitir estos debates por medios democráticos.
Las atrocidades de las FARC, y de todos los demás involucrados deben servir también de reflexión para jamás volver a justificar este tipo de hechos, una esperanza que sigue viva.