Santiago Valencia es senador por el Centro Democrático, llegó luego de su paso por la Cámara de Representantes por Antioquia, es abogado y Magíster en Análisis Económico del Derecho, ha participado en fuertes debates alrededor de temas como la JEP, la Reforma a la Justicia y la Reforma Política.
En esta entrevista para Ola Política con nuestro periodista Daniel Alejandro López, nos cuenta de sus planes en el congreso para 2019, su visión de lo que está pasando en el país, y lo que pasará en un nuevo año electoral.
Recuerde que puede ver la entrevista completa en nuestro canal de Youtube:
¿En qué anda el senador Santiago Valencia en este 2019?
Bueno este año será interesante, movido, vamos a terminar los proyectos que comenzamos con el gobierno, sobre todo en la Comisión Primera que tiene que ver con la lucha contra la corrupción, y sobre todo Reforma Política, supongo que el gobierno va a insistir con la Reforma a la Justicia, de manera que ahí tendremos un buen tiempo ocupado.
Yo insistiré en unos proyectos que son míos, que son los que vienen atrás, como Ley de prevención de desperdicios de alimentos, que ya fue aprobado en la Plenaria del Senado, y va para Cámara, estaremos muy pendientes de ese proyecto, del proyecto de Cátedra de prevención de consumo de sustancias psicoactivas y estamos preparando otros proyectos en materia de discapacidad, de cuidadores y cuidadoras, esperamos tenerlo listo porque tiene mucho, y mucho tema técnico que debemos mirar allí, además de otros temas que les iré contando en la medida que vayan saliendo.
Luego del fin de los diálogos con el ELN ¿Qué debe hacer el país para buscar la paz?
La búsqueda de la paz tiene que ser constante, yo creo que hay acuerdo a pesar de las diferencias de fondo que se tienen, creo que todos los colombianos queremos la paz, ese discurso maniqueísta y mediocre a mi modo de ver, de amigos y enemigos de la paz, ha quedado atrás, y quedó demostrado en la marcha donde con contadas excepciones no salieron a participar. Estamos de acuerdo en lo que queremos, pero por supuesto hay diferencias de fondo sobre cómo llegar allá.
El ELN es una guerrilla muy compleja, distinta a las FARC, quienes tenían una pirámide de mando mucho más organizada, mientras el ELN es más una especie federación de guerrillas, por lo tanto su unidad de mando está más en entredicho, pero además es una guerrilla que ha atacado más la infraestructura energética, que ha persistido con el tema del secuestro, que hoy vemos que ha crecido, que nuevamente tiene un buen número de guerrilleros, pero que además tiene una capacidad terrorista mucho mayor que en otros momentos de su historia, es decir, se han fortalecido, y además el tema del cultivo de droga lo hace muy complicado.
En nuestra opinión, es un muy mal ejemplo lo que pasó con las FARC, y creemos que eso hace parte o es una consecuencia de lo que está pasando hoy en día, por ejemplo, no tuvo consecuencia el tema del asesinato cobarde de soldados en el Cauca, que estaban durmiendo en una cancha y que los asesinaron cobardemente, la negociación siguió y hoy el terrorismo, no de las FARC, que en su mayoría o en una parte, se desmovilizó y reintegró, ya veremos, sino del ELN, ven el terrorismo una forma para buscar atención y presión en la Mesa de Negociación.
Usted ha hablado de reformar la JEP ¿De qué trata y por qué cree que es tan importante?
La JEP como mecanismo de justicia transicional a nuestro modo de ver tiene muchas falencias en cuanto a su aplicación, frente a los incentivos que presenta, todos los procesos de pacificación tienen mecanismos de justicia transicional, a nuestro modo de ver la JEP, en primer lugar, es injusta con los militares, genera unos incentivos contrarios a lo que debería ser, lo que creemos es que se está incentivando la confesión de delitos que no se cometieron para obtener beneficios jurídicos, y eso desdibuja precisamente lo que tiene que ver con la justicia restaurativa que es la construcción de la verdad, básicamente a un militar le están diciendo “confíese y váyase a su casa” o “sométase a un proceso, consígase un abogado y al final podemos condenarlo a 20 años”. Mientras para los guerrilleros esto es distinto, a pesar de que se intenta decir que hay un trato diferencial, porque se supone que si ellos están acudiendo a la JEP, es porque han cometido delitos, mientras que para los soldados y policías la presunción de inocencia procede de forma distinta, pues si un guerrillero, no fue guerrillero o no cometió delitos no tendría por qué estar sometiéndose a la JEP, es decir, que si se someten a la JEP ya hay una aceptación de comisión de delitos, mientras para los militares y policías, hay un incentivo perverso muy complicado.
Lo que hemos intentado es aumentar el número de salas para que allá salas especiales para militares, donde los Magistrados conozcan de Derecho Operacional, conozcan la génesis del conflicto, y que simplemente le den garantías a los militares que se sometan a la JEP de que podrán defenderse y que al final será un fallo justo.
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