El fiscal general, Francisco Barbosa, enfrenta un huracán provocado por sus propias decisiones, en especial, por las salidas en falso que ha tenido en sus primeros 5 meses a cargo de este poderoso ente del Estado.
No sólo su viaje a San Andrés, con esposa, su hija y otra menor, causó malestar, en momentos en los que ya era criticado por investigar penalmente a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López por salir con su esposa a mercar, además, Barbosa declaró sin problemas que seguiría viajando con su hija, todo en el contexto de la cuarentena que vive el país.
Además, tiene líos con su elección, al interior de la entidad por su manejo, y sobre los resultados que prometió, todo en un contexto en el que muchos le recuerdan que por años ha sido un gran amigo del presidente Iván Duque, y sus decisiones solo han demostraría que dicha relación sí pesa en su nuevo cargo.
Los líos externos
Poco se recuerda de los nueve puntos o compromisos que anunció Barbosa al llegar a su cargo, quizá, porque poco tiempo después realizó anuncios que muchos han considera politizados, entre ellos comunicados que relacionan al Gobernador de Magdalena, Carlos Caicedo, con un proceso de extinción de dominio, que el gobernador a la fecha considera mentiroso.
También está el ya mencionado caso de la alcaldesa Claudia López, por romper la cuarentena; permitir que se ordene la captura del Gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, en un proceso donde muchos penalistas consideran que no se cumplían los requisitos de la misma Fiscalía para solicitarlo; por ordenar la indagación al senador y excandidato presidencial Gustavo Petro, por uno de los audios relacionados por la “Ñeñepolítica”, donde a manera de rumor se comentaban sin nombres ni detalles, sobre la financiación de mineras a su campaña, las mismas que ha criticado el excandidato por años.
Y mientras todo lo anterior ocurría, se criticó sus acciones en el mismo caso de “Ñeñepolítica”, y que permitieron la salida del país de “Cayita” Daza, asesora directa del expresidente Álvaro Uribe, y quien era una de las personas que hablaba en los conocidos audios del escándalo.
Los líos internos
Mientras tanto, en medio de los escándalos, su manejo al interior de la Fiscalía también parece generar malestar, por un lado, por no dudar en ratificar en su cargo, el mismo día de su posesión a la directora administrativa, Marcela Yepes, esposa del actual Contralor General, Felipe Córdoba, nombrada por el entonces Fiscal General, Fabio Espitia, pero con poderes sobre la mayor parte de los cargos directivos de la entidad con la llegada de Barbosa.
Y mientras la esposa del Contralor es la directora administrativa de la Fiscalía de Francisco Barbosa, la esposa del Fiscal General es la contralora delegada para el Medio Ambiente de la Contraloría de Felipe Córdoba. Por supuesto, a estas profesionales no se puede endilgar responsabilidades por coincidir sus cargos en relación con sus esposos, pero sí a sus esposos como funcionarios del Estado, por las decisiones administrativas que toman y los conflictos de interés que pueden representar al tener familiares cercanos de cualquier tipo como directivos de otras entidades.
A todo esto, hay que sumar las revelaciones de la La Silla Vacía, que confirmarían lo que muchos han narrado como una demostración de inexperiencia de Barbosa en el cargo, y van desde despedir por la puerta de atrás a directivos con amplía experiencia en esa entidad, hasta reemplazarlos con abogados no competentes en esa área, e incluso, hacer nombramientos erráticos, sacando personas de sus cargos y regresándolos pocos días después.
Incluso, se puede sumar a la vicefiscal, Martha Janeth Mancera, encargada pues Juan Francisco Espinosa, quien iba para ese cargo terminó declinando por una supuesta presión política en una carta conocida del expresidente Andrés Pastrana.
Todo lo anterior, deja preguntas sobre las actuaciones del Fiscal General, que bien podrían ser salidas en falso por falta de experiencia en el manejo de entidades de este tamaño, aunque parece poco creíble afirmaciones como las del representante del Centro Democrático como Edward Rodríguez que señalan que todo es una persecución política en su contra para sacarlo, más cuando Barbosa ha demostrado constantemente en sus declaraciones, que muchas de sus decisiones las considera totalmente justificadas, ¿Tormenta pasajera o el preludio de un Fiscalía accidentada?