La carrera por la Casa Blanca ha presentado uno de los escenarios más reñidos de la historia, por no decir el más complejo hasta ahora. Los votos por correo que históricamente son de tendencia demócrata han marcado un nuevo record, además, cada Estado tiene normas que regulan los procedimientos para su conteo, algunos más rígidos y tardados como Nevada han llevado la elección a una larga incertidumbre.
Biden parece el seguro ganador
En la madrugada de este viernes Joe Biden superó a Donald Trump en las votaciones de Georgia, un Estado clave si se tiene en cuenta que continúan los recuentos en Arizona y Nevada, si Biden gana estos últimos no necesitaría de Georgia o Pensilvania para declarar la victoria, pero incluso este último en la mañana de hoy también empezó a inclinarse por el Demócrata.
Trump tiene asegurados 214 colegios, mientras Biden ya llega a los 253, el punto de inflexión ha sido la recuperación que tuvo en Michigan y Wisconsin, donde logró revertir la tendencia y estar a un paso de derrotar al presidente.
En este sentido, si Biden logra ganar Nevada y Arizona llegará al número mágico de 270 Colegios Electorales, que le darán la victoria definitiva, pero si se impone finalmente en Georgia y Pensilvania, como ya se mencionó, no necesitaría de estos dos Estados, las probabilidades ahora favorecen ampliamente al exvicepresidente de Obama.
No habrá discurso de derrota de Trump
Pero la tensión ha sido marcada por el presidente Trump, que el martes se declaró victorioso, y llamó a los votos por correo que estaban pendientes por venir (millones de ellos) como ilegales, un hecho sin precedentes en un Estados Unidos marcado por el respeto ante la victoria o derrota de los candidatos presidenciales.
Por supuesto, la negativa de Trump de aceptar la derrota ya era predecible, desde la campaña electoral advirtió de un posible fraude sin pruebas, y lo hace ahora, solicitando desde el martes detener el conteo de votos (cuando la tendencia ya no le favorecía) y amenazando con una batalla legal a lo que sigue considerando fraude.
Las cadenas de televisión han demostrado la perplejidad que se vive en el país ante las declaraciones del presidente, como un ataque directo a las instituciones, la integridad del proceso electoral y la democracia norteamericana en sí misma.
Incluso Fox News vive una división con el mandatario, en medio de tendencia republicana, generalmente afecto al presidente, ha desmentido sus mas recientes declaraciones, las mismas que fueron interrumpidas en medios como NBC y ABC, y afirman que no existen pruebas del fraude que anuncia el presidente.
También queda la oportunidad de la campaña Trump de solicitar un recuento, en especial en Wisconsin y en Georgia, siempre que su diferencia en este último Estado no supere el 0,5%.
Los abogados de la campaña Trump ya advirtieron que la elección no ha terminado, lo que significa que usarán las herramientas legales que tengan para atacar los resultados en los Estados clave, una batalla que se extendería cinco semanas después de la elección, tiempo que tienen los Estados resolver disputas sobre los resultados.
Las dos líneas rojas siguientes, serán el 14 de diciembre cuando los Estados emiten las papeletas que definitivamente darán al ganador los 270, y el 6 de enero el Senado en cabeza del vicepresidente Mike Pence certificará los resultados, lo que finalmente dará como resultado la posesión del nuevo mandatario el 20 de enero de 2021.
Todo esto depende también de la batalla legal que está por venir, pero con un Biden prácticamente victorioso, falta por ver si el Partido Republicano se sumará al presidente Trump en una estrategia que podría ir en detrimento de la imagen internacional de los Estados Unidos y su hasta ahora poco cuestionado sistema electoral.