Aunque fuertemente criticada, la consulta liberal trae un inmenso dilema en su contexto, un dilema que serán los ciudadanos en las urnas los que resolverán.
En este punto decir que es muy costosa no es razonable, primero porque los recursos ya empezaron a ejecutarse, y segundo, porque costará menos de la mitad de lo previsto, en un ejercicio democrático necesario para preguntarle directamente a los ciudadanos, como se hace en toda democracia seria.
Ahora ¿Qué se le preguntará a los ciudadanos?, sería muy básico decir que solo se pone en consideración el nombre del Ex Ministro Juan Fernando Cristo y el Ex Jefe del Equipo Negociador Humberto De La Calle, en realidad la consulta plantea un dilema mucho más profundo, como lo dijo Rudolf Hommes en su columna de opinión: “La consulta liberal puede verse como una votación a favor o en contra de las ideas democráticas liberales o de la paz”.
Estos candidatos representan esos principios, como la defensa de las minorías, la lucha frontal contra la desigualdad, y la feroz batalla que se requiere en el próximo gobierno contra la corrupción.
Cristo y De La Calle no son lo mismo, si bien como liberales comparten banderas, sus énfasis son distintos y debe examinarse por los electores, de ahí la importancia de que este dilema no se resuelva con un tinto entre un grupo cerrado de personas.
El domingo 19 de noviembre, usted como ciudadano tiene el poder de elegir, no es necesario ser liberal, solo debe acercarse a su puesto de votación más cercano y participar. Nuestro deber como ciudadanos es por hacer valer nuestra voz, cuando principios tan importantes son puestos en juego, finalmente de eso se trata la consulta: la necesidad de que esas banderas no mueran.
Su voz será escuchada este domingo. ¡Todos a participar y votar el 19 de noviembre!