Luego de Donald Trump, ya no es posible creer que las promesas de campaña que parecían a primera vista descabelladas son algo que en medio del ejercicio de gobierno se convierten en medidas moderadas, y ese es el caso de Jair Bolsonaro en la presidencia de Brasil.
Con sus medidas Bolsonaro ha demostrado que está listo para una nueva era en el país, pero el temor es que esté efectivamente marcada por medidas contra los derechos humanos, en especial contra la comunidad LGTBI, por medidas belicistas y por supuesto con un tono de limpieza ideológica, que evoca más épocas de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Aquí un recuento de sus polémicas medidas, con las que estrena mandato:
Se pasará de 29 a 22 ministerios, entre los eliminados está el ministerio del Trabajo, Deportes, Seguridad Pública, Cultura, Industria, Transporte, y Comercio Exterior.
Los programas del nuevo Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, excluirá a personas de la comunidad LGTBI, muy acorde a su tono y apoyos de campaña, referidos a su creencia religiosa donde exponía que este grupo no debía tener este tipo de privilegios.
Se han realizado 320 despidos en la Jefatura del Gabinete, además el ministro Lorenzoni, advirtió que se sacarán a los “socialistas y comunistas” del gobierno, y la recontratación pasará por una serie de filtros para lograrlo, sin tener en cuenta a los que fueron contratados bajo los gobiernos de Rousseff o Lula Da Silva.
Se concesionarán los ferrocarriles, 4 terminales aeroportuarias, y 12 aeropuertos, además se esperan grandes privatizaciones en el sector de servicios públicos domiciliarios.
La primera medida es pasar la Fundación Nacional del Indio (Fundai) al Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, pero el registro de las zonas indígenas pasará al Ministerio de Agricultura, que se espera le dé prioridad a los proyectos empresariales en esos territorios y no a las comunidades.
Bolsonaro siempre se mostró afín a la dictadura brasileña, y la Comisión de Amnistía encargada de la reparación y memoria de sus víctimas, dejará de estar bajo la tutela del Ministerio de Justicia a la del nuevo Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, aún se desconoce qué tanto podría terminar limitando sus funciones, o capacidad presupuestaria.
Además, Bolsonaro ha insinuado que podría buscar que se instale una base de los Estados Unidos en Brasil, además su Ministra de la nueva cartera mencionada que incluye temas de derechos humanos, afirmó que llegó una nueva era en Brasil, donde los “niños visten de azul y las niñas visten de rosado” y criticó lo que llama “ideología de género”, haciendo alusión a una nueva visión de estado mucho más rígida sobre la identidad de género de sus ciudadanos, y excluyendo cualquier visión alternativa de la misma.