La historia de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), ha sido accidentada, y al parecer finalmente se terminará con este organismo. Creada oficialmente en 2011, y con Nestor Kichner (expresidente de Argentina) como primer Secretario General, este organismo reunía a las naciones más importante del continente.
Pero en 2018 países como Colombia, Perú, Argentina, Paraguay, Brasil, y Chile, se retiraron al considerar que existía una imposibilidad de elegir a una nueva secretaría, que reemplazaba a la del expresidente colombiano Ernesto Samper, lo que lleva al organismo a un posible fin.
Además de Samper y Kichner, también estuvieron en el cargo de Secretario General, Alís Rodríguez (exministro de Energía de Venezuela), y María Emma Mejía (exministra de Relaciones Exteriores de Colombia).
Pero al final, la división regional frente a la crisis con el régimen de Maduro en Venezuela, el giro a la centro-derecha de varios países de la región que rechazaban la forma como estaba constituida Unasur, y el retiro de varios de sus miembros, la sentenció a muerte.
Prosur, parece la nueva idea regional, del bloque que dice no apoyar a la dictadura venezolana, y que mantiene el diálogo entre el presidente colombiano Iván Duque y el presidente chileno Sebastián Piñera.
El presidente Duque manifestó: “más que una organización burocrática será un organismo de coordinación suramericana, de políticas públicas, en defensa de la democracia, la separación de poderes, la economía de mercado”
Además acusó a Unasur de ser creada por Hugo Chávez como una caja de resonancia de su régimen.
Pero el dilema persiste con la creación de Prosur, pues esto solo provocaría una división definitiva, entre aquellos gobiernos con una visión económica distinta, y sobre todos aquellos que apoyan o no al régimen chavista en Venezuela.
La división suramericana podría estar cerca de consolidarse en aspectos aún más profundos de una relación diplomática o política. ¿Será Prosur un organismo de división para el sistema interamericano?