Un 23 de enero de 1958 terminaría la última dictadura militar de Venezuela a manos Marcos Pérez Jiménez, ayer conmemorando esa fecha la comunidad internacional vio el resurgir de una oposición venezolana azotada por un régimen que parece usar medios similares para permanecer en el poder, mientras el país vive una de sus peores crisis sociales y económicas.
El chavismo ahora sin su más aclamado líder se aferra al poder en Venezuela en las manos de Nicolás Maduro y sus aliados internos, además del apoyo de gobiernos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU como Rusia y China, pero en el continente americano las cosas no parecen nada sencillas.
Durante la conmemoración de la fecha, el presidente de la Asamblea con mayorías opositoras Juan Guaidó se proclamó presidente interino del país y busca de forma definitiva crear un gobierno de transición en el país. Para ello necesitará el apoyo de las Fuerzas Armadas, que por el momento parecen seguir al lado de Maduro.
Pero la jugada de la oposición, con este joven líder abordo, tiene ahora un amplio apoyo de la comunidad internacional, después de que Estados Unidos reconociera al nuevo presidente interino, un puñado de países de la región, incluida Colombia siguieron con el respaldo, lejos quedaron las épocas donde el fallecido Hugo Chávez creaba organismos internacionales y gobiernos del continente como Brasil, o Argentina hacían parte de los mismos fortaleciendo la posición de Venezuela.
Luego del rompimiento de relaciones con Trump, llega una nueva era de tensiones para el régimen venezolano cuyo principal objetivo es mantener a las Fuerzas Armadas de su lado junto con los demás poderes del país cooptados por el chavismo.
Aunque la Unión Europea se encuentra dividida en su interior sobre la posición frente a la situación, si realizó un llamado para que se realicen elecciones libres en el país, algo que los acerca a la reacción de varios de los países del continente americano sobre el régimen de Maduro, pero ahora las decisiones podrían ir mucho más allá, como un embargo petrolero, y un embargo de bienes aún más agresivo de toda la cúpula del gobierno venezolano.
Ante estos hechos, la Casa Blanca no planea por ahora retirar a sus diplomáticos del país pues no reconoce al régimen, mientras está en vilo la decisión a tomar frente a los demás países que reconocen a Guaidó como presidente.
¿Hasta dónde llegará la comunidad internacional?, ¿Un embargo de bienes y en especial un embargo petrolero terminaría por demoler la dictadura de Maduro? El 2019 parece un año crucial para lograr cambios, y todo parece hasta ahora comenzar.