Cada tres horas y media una persona se quita la vida en Colombia, según Medicina Legal en su informe más reciente publicado al respecto sobre 2018, los casos aumentaron levemente en su comparativo con 2017. De hecho, según esta entidad desde el 2014 el suicidio ha ido en un aumento lento pero progresivo, que incluye un aumento en suicidios de menores de edad, de 670 a 781 por año.
Las principales razones para el suicidio han sido los conflictos de pareja, enfermedades físicas o mentales, desamor y razones económicas, mientras los tres mecanismos más usados son asfixia, tóxico o proyectil de arma de fuego.
Esta semana se conoció el caso Jessy Paola Moreno, que se lanzó en un puente cerca de Ibagué de más de 100 metros de altura conocido como Variante, junto a su pequeño de 10 años Nicolás Ceballos Moreno. El caso que tiene conmocionado al país se suma al de un joven de 23 años que optó por lanzarse por ese mismo puente una semana atrás.
Aunque el alcalde de Ibagué y las demás autoridades afirmaron que tomarán medidas para vigilar la estructura que aún no ha sido entregada por los constructores, la reflexión debe ir más allá sobre lo que está pasando con las personas que sufren diferentes problemas que pueden o no resultando en estados clínicos de depresión (u otros) que los llevan al suicidio.
¿Qué política pública intenta mitigar este tipo de casos?, ¿Qué hace el sistema de salud para identificar y tratar este tipo de problemáticas?
El sistema de salud, al igual que ocurre con muchos de sus servicios, no parece eficiente en la disminución de esas cifras, bien sea porque acceder a la ayuda psicológica oportuna (como en el caso de muchos otros tratamientos) es bastante tardado, o por la dificultad para identificar estos casos.
También existe la gran responsabilidad social de contribuir en detener el número, la Organización Mundial de la Salud, realiza cada año una serie de recomendaciones, aquí les dejamos algunas de ellas a la hora de tratar este tipo de casos:
- Como miembros de la comunidad, es nuestra responsabilidad apoyar a las personas que puedan estar sufriendo. Ofrecer unas palabras de apoyo y escuchar sin juzgar puede hacer la diferencia.
- Acércate a las personas que lo necesitan y anímalas a hablar a su manera y a su ritmo. No presione a la persona para que le cuente lo que le pasó.
- Trate de encontrar un lugar tranquilo para hablar, minimizando las distracciones externas.
- Sitúese cerca de la persona pero guardando la distancia apropiada según su edad, sexo y cultura.
- Hágale entender que está escuchando; por ejemplo, asintiendo con la cabeza o diciendo “ajá”.
- Respete la privacidad y mantenga la confidencialidad del relato, especialmente cuando revelen cosas muy íntimas.
- Es un mito que el hablar sobre el suicidio con alguien le da la idea o desencadena el acto; si uno es compasivo y escucha sin juzgar es más probable que ayude a reducir la angustia.
- Recomiende a la persona buscar ayuda profesional y si está disponible en salud mental.
- Si cree que la persona va a intentar suicidarse, no la deje sola, retire todo aquello que pueda utilizar para hacerlo (venenos, objetos corto punzantes, medicamentos, armas de fuego, entre otros) y llame al número de emergencias de su ciudad para recibir ayuda.
Lo que NO debemos hacer, ni decir:
Como miembros de la comunidad, es nuestra responsabilidad apoyar a las personas que puedan estar sufriendo. Ofrecer unas palabras de apoyo y escuchar sin juzgar puede hacer la diferencia.
- Acércate a las personas que lo necesitan y anímalas a hablar a su manera y a su ritmo. No presione a la persona para que le cuente lo que le pasó.
- Trate de encontrar un lugar tranquilo para hablar, minimizando las distracciones externas.
- Sitúese cerca de la persona pero guardando la distancia apropiada según su edad, sexo y cultura.
- Hágale entender que está escuchando; por ejemplo, asintiendo con la cabeza o diciendo “ajá”.
- Respete la privacidad y mantenga la confidencialidad del relato, especialmente cuando revelen cosas muy íntimas.
- Es un mito que el hablar sobre el suicidio con alguien le da la idea o desencadena el acto; si uno es compasivo y escucha sin juzgar es más probable que ayude a reducir la angustia.
- Recomiende a la persona buscar ayuda profesional y si está disponible en salud mental.
- Si cree que la persona va a intentar suicidarse, no la deje sola, retire todo aquello que pueda utilizar para hacerlo (venenos, objetos corto punzantes, medicamentos, armas de fuego, entre otros) y llame al número de emergencias de su ciudad para recibir ayuda.
¿Cómo identificar un posible caso de suicidio? Aquí una nota que podría guiarnos basada en la reconocida psiquiatra Pila Saiz