La ola que provoca la salida de Ángela María Robledo del Congreso

Análisis Por

En medio de las movilizaciones del Paro Nacional, una voz se hizo sentir, la de Ángela María Robledo, a quien el Consejo de Estado ayer declaró la nulidad de su elección como Representante a la Cámara por Colombia Humana.

Su salida envuelta en un fuerte debate jurídico sobre los argumentos presentados para manifestar que se encontraba en doble militancia, y que ahora queda relegada frente a un mensaje que muchos en la oposición leen como persecución, la misma Sección Quinta del Consejo de Estado en un mes, decidió mantener la elección de Marta Lucía Ramírez como vicepresidenta, tumbar la de Antanas Mockus como senador de la Alianza Verde, y ahora la de Ángela María Robledo como representante a la Cámara por Colombia Humana.

El mensaje político

En un país donde los casos de corrupción, las alianzas criminales, entre muchos otros delitos, le han costado la curul a tantos congresistas, e incluso mantiene en plena investigación a otros más, la oposición pierde a dos de sus caras más visibles.

Es difícil explicar a un ciudadano cómo se configuró la nulidad de la elección del segundo senador más votado de la historia del país luego de Álvaro Uribe, y a quien se le considera un ejemplo en el debate anticorrupción y de cultura ciudadana como lo es Mockus, y luego hacer lo mismo con la excandidata vicepresidencial de Petro, en menos de tres semanas.

Aunque posiblemente ambos casos pueden estar sujetos a la interpretación de la Ley, y explicarse, al final terminan llenando de argumentos a los que creen que igual que en Venezuela, se usa a la rama judicial para neutralizar a los opositores al gobierno.

Del escándalo a la oportunidad

Mientras el caso de Mockus seguirá su curso a través de una acción de tutela, y él está dispuesto a defender los votos obtenidos para la lista de los verdes, Robledo tiene una oportunidad de configurarse cada vez más como una cabeza visible de la Colombia Humana a futuro, e incluso, lanzarse a la Alcaldía de Bogotá.

Como lo han informado varios analistas, esto tiene sus problemas, pues Robledo termina fuera del congreso por doble militancia, pues según la ley 1475 de 2011 debió renunciar a la Alianza Verde un año antes de lanzarse a la vicepresidencia, pero, esto choca con el Estatuto de la Oposición, pues la curul que obtuvo fue gracias a que ahora los candidatos (presidencial y vicepresidencial) perdedores en segunda vuelta, tienen derecho a ser congresistas, y las fechas para inscribirse a esa elección son distintas, además, la ley no contempla explícitamente que la inhabilidad pueda extenderse en este caso.

Esto significa que Robledo queda en el limbo, pues todo congresista que quiera lanzarse a las elecciones de octubre debió renunciar antes de finalizar el 2017, como lo hizo Samuel Hoyos del Centro Democrático, y también, queda por ver si puede hacerlo por la Colombia Humana en ese caso y si, además, puede recibir avales de otros partidos, pues según esa misma inhabilidad los tiempos no darían.

Pero con Robledo, el senador Gustavo Petro tendría una candidata con las características que más necesita: Fuerte para enfrentar a Claudia López y Carlos Fernando Galán que puntean las encuestas, de su entraña pues ya fue su candidata vicepresidencial y lo ha acompañado en el congreso, y libre de un escándalo como el de Hollman Morris, o de invisibilidad como Jorge Rojas (ambos actuales precandidatos que buscan el apoyo de Petro).

Con este panorama, la situación cambia en el equilibrio de fuerzas de oposición que venía ganando la Alianza Verde en Bogotá, e incluso en medios y en las urnas con un gigante electoral como Mockus, y termina dando más oxígeno al proyecto petrista, pero todo dependerá de la decisión de Robledo de aspirar a la Alcaldía de Bogotá, buscar formas de luchar por su curul, o pensar en el 2022.