La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez se encuentra en Washington en una visita oficial donde ha tocado varios temas sensibles, entre ellos el regreso de las aspersiones aéreas con glifosato, que ella espera pueda producirse con aprobación de la Corte Constitucional.
Pero dentro de sus críticas la vicepresidenta pasó a la historia por una frase poco usual y evidentemente poco técnica sobre el tema: “Si usted toma 500 vasos de agua al día, se enferma”.
Para ella, es un condicionamiento imposible, que la corte determine que deben existir estudios que garanticen que el glifosato no produce riesgos en la salud de las personas en un 100%, pues existe por parte del gobierno la urgencia de detener la expansión de cultivos ilícitos en esas zonas.
Lo preocupante es que el glifosato no garantiza la reducción y por más importante aún, la eliminación definitiva de los cultivos de coca, como se ha demostrado en varios estudios, aunque el glifosato destruye cultivos de forma rápida, no ha librado a las zonas fumigadas en general del mal de la coca, e incluso varios de los municipios históricamente con más cultivos de coca, lo siguieron siendo aún con aspersiones.
Además de los cuestionamientos a la verdadera eficacia de las aspersiones aéreas de glifosato, está el asunto de sus consecuencias sobre la salud humana, como lo han demostrado académicos como el exministro de salud Alejandro Gaviria, quien ante la Corte Constitucional citó una monografía que recogía 403 estudios que relacionan al glifosato con tipos de cáncer, entre ellos incluso el aumento de la mortalidad infantil en Brasil consecuencia de ese producto, además del aumento de posibles tumores, e incluso, los efectos dermatológicos y de abortos espontáneos.
Por este motivo, parece impresionante que la vicepresidenta relacione un tema tan grave para la salud humana de las personas expuestas al glifosato, comparándolo con tomarse unos vasos de más de agua al día, y recordando que son en su mayoría las poblaciones más humildes del sector rural las expuestas a estos productos.
El Estado, no solo está en la obligación de encontrar el medio más efectivo para combatir el narcotráfico, también para proteger los derechos de las comunidades que habitan las zonas donde este se produce, su salud, su vida, están por encima de cualquier pedido internacional sobre el tema. ¿Será que la vicepresidenta estaba más preocupada por dar declaraciones que satisfacían al gobierno de los Estados Unidos?.