Las coaliciones a la Alcaldía de Bogotá están a prueba, pues se acerca la hora cero de inscripción de candidaturas, que define en buena parte lo que pasará con los candidatos más fuertes para aspirar a la joya de la corona de las elecciones de octubre.
La centro-derecha ni tan unida, ni tan dividida
En la centro-derecha sigue el camino para elegir un candidato entre el exsecretario de gobierno de Peñalosa, Miguel Uribe Turbay, y la candidata del Centro Democrático, Ángela Garzón.
Pero ahora la delantera parece que será de Uribe Turbay, pues además de organizar una candidatura por firmas, y luego obtener sin dificultad el aval del Partido Liberal (que se mantiene dividido en la ciudad, y está lejos de su otrora fuerza en las elecciones de 2015 con Rafael Pardo como candidato), es posible que obtenga también el aval del Partido Conservador, un anuncio que se haría esta semana que inicia.
Mientras tanto Carlos Fernando Galán, hizo gala de la adhesión del exministro de Justicia, Yesid Reyes, y sigue negándose a unirse a Uribe Turbay y Garzón, pues considera que eso solo contribuye a la polarización.
Otra candidatura en vilo que podría entrar a esa baraja es la del exministro de las TIC, David Luna, quien ya se había lanzado en 2011 por el Liberalismo, y ahora lo haría por Cambio Radical, pues ya no tiene tiempo de recolectar firmas, o terminaría uniéndose a una de las candidaturas de la coalición de centro-derecha.
La centro-izquierda en jaque por el petrismo
Mientras tanto avanza la agenda que dispusieron los candidatos de centro-izquierda, con la favorita Claudia López de Alianza Verde, el concejal Celio Nieves, candidato del Polo Democrático, Luis Ernesto Gómez del movimiento Activista, y Jorge Rojas de la Unión Patriótica y Colombia Humana.
Y es precisamente la Colombia Humana liderada por Petro la que representa el factor más divisivo, pues el senador no ha hecho el anuncio del candidato que apoyará en las urnas, y esto se debe a que su encrucijada es cada día más compleja.
Entre las exigencias de Petro, está la propuesta de fortalecer la educación superior gratuita en la ciudad, pero más complejo aún, la construcción sin dilaciones del metro subterráneo.
Mientras Claudia López, considera que en caso de adjudicar la obra, el problema de tumbar el metro elevado que impulsa la actual alcaldía, sería costoso y haría un nuevo proyecto prácticamente inviable, el petrismo considera que se debe incluso pagar la indemnización a la empresa ganadora en octubre de la licitación, y encaminarse de nuevo al proyecto subterráneo.
Esta diferencia, que pasa incluso por un problema jurídico mayúsculo pues se podría acusar a la nueva alcaldía de detrimento patrimonial, y llevarla por el mismo camino de inestabilidad que la alcaldía Petro, se convirtió en un punto de honor que la Colombia Humana no ha podido resolver.
La división es tal, que esto terminó siendo una de las causas de la salida de Hollman Morris de esa coalición, pues dijo no asistir a las reuniones entre tanto no se solucione el tema programático, aunque también se debe sumar su escándalo de acoso de un grupo de mujeres y sus propios problemas personales revelados al principio de año por supuesto incumplimiento de alimentos con sus hijos.
Petro, dijo en días pasados que mientras estos temas no se resuelvan no anunciará su apoyo, que lo tienen dividido entre Morris y Rojas, y aunque un sector del petrismo le critica a Rojas intentar tomarse la vocería a nombre de ese movimiento en la coalición de centro-izquierda, otro sector rechaza por los escándalos la candidatura de Morris que tiene el aval de Mais.
La falta de decisión de Petro, podría terminar por sacar a Rojas de la coalición, pues no tiene muchas posibilidades actuales de ser el candidato teniendo como competidora interna a López (más ahora que la candidata sumó el apoyo de Lucho Garzón a su campaña), y sí se adhiere a ella, podría terminar sin el respaldo de Petro, algo que lo debilitaría en la Colombia Humana de Bogotá.
¿Cómo resolverá el petrismo este dilema? Quedan 20 días para decidir.