La decisión de ayer de la Corte Constitucional sobre el regreso de las aspersiones aéreas con glifosato, terminó por darle las llaves que necesitaba el gobierno para abrir la puerta al regreso de este método.
Aunque mantuvo las condiciones que había impuesto en el año 2017, entregó a los hombros del Consejo Nacional de Estupefacientes, la tarea de determinar que se cumplan las condiciones.
El primer punto en el que la Corte hizo una aclaración, pues afirma que no moduló su última sentencia, es en el relacionado con tener una evidencia científica que sea “objetiva y concluyente” demostrando que no hay daño para salud y el medioambiente.
Este punto es fundamental, pues el gobierno hasta ahora no había encontrado un estudio de este tipo que afirmara lo que dicha condición exige, y porque, por el contrario, hoy estudios intentan determinar qué tan cancerígeno es este producto.
Para la Corte no se trata de encontrar un estudio con “certeza absoluta e incuestionable sobre la ausencia de daño”, sino, que el Consejo Nacional de Estupefacientes, pondere la evidencia científica que minimice los riesgos para la salud y el medio ambiente.
El orden para volver a las fumigaciones aéreas
Una decisión que alegró al Ministerio de Justicia, quien obra como parte técnica en el Consejo Nacional de Estupefacientes, y que ya tiene listo los primeros pasos para tener la evidencia que lleve a reiniciar las aspersiones.
Pero mientras que flexibilizó el requisito más difícil de cumplir para regresar a las aspersiones aéreas, la Corte si aclaró el orden en el que se podrá llegar a este método, pues recordó que el Gobierno debe tener en cuenta el punto cuarto del Acuerdo de paz con las FARC, donde dice que la erradicación del gobierno se dará cuando no haya acuerdo con las comunidades, es decir, cuando la sustitución de cultivos no fue posible.
Reglamentación y regulación
Una entidad que no sea la encargada de ejecutar los programas de erradicación será la encargada de hacer la regulación y reglamentación, que permita la recepción de quejas producto de las asperjar con glifosato, y además debe reunir a un grupo de entidades que se dispongan a vigilar este método de erradicación.
De todas formas el ministerio de Justicia, ya tiene listo un protocolo que intenta aproximarse aún más a las condiciones impuestas por la Corte, y que busca allanar el camino para volver próximamente a las aspersiones aéreas, sin saber todavía si estas serán tan exitosas como ha prometido el gobierno.