Las marchas de los últimos días en Bogotá han sorprendido y generado confusión, pues muchos las relacionan con el llamado de un grupo de transportadores que reclamaban por las multas y sanciones que reciben, pero las marchas en las universidades no se tratan de eso.
La Distrital y la solidaridad de la Javeriana
En la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, ha llamado la atención los disturbios que se presentan en sus sedes, en especial la ubicada en el centro y la ubicada frente a la Pontifica Universidad Javeriana, de hecho, en un acto inusual, estudiantes de la esa universidad privada, gritaron ayer desde el otro extremo de la calle en favor de sus vecinos de la universidad pública: “Distri, amigo, la jave está contigo.” Algo pocas veces visto en este tipo de protestas.
Las denuncias al ESMAD no se han hecho esperar, no sólo por los videos que demostrarían una acción desproporcionada contra estudiantes de ambas universidades, sino también, por lanzar gases lacrimógenos a pocos metros del Hospital San Ignacio de la Javeriana.
Ante todo esto, muchos se preguntan ¿Por qué están saliendo los jóvenes estudiantes a una nueva protesta?
El motivo no es el vandalismo, generado por las clásicas minorías de encapuchados, tampoco es por los transportadores (como ya se dijo), ni por molestar al alcalde o los candidatos rumbo a las elecciones, la causa, son los hallazgos de un entramado de corrupción en esa universidad con un déficit calculado en 2018, en $18,2 billones ($15 de ellos en infraestructura, y $3,2 en funcionamiento), que ha generado rechazo entre sus estudiantes, quienes afirman que poco o nada se ha hecho para sanear a esa institución.
Todo comienza con el exdirectivo de esa universidad llamado Wilmar Muñoz, luego de que la Procuraduría (en una denuncia enviada a la rectoría de forma anónima) mostraba como a través de una tarjeta de crédito, el entonces director del Instituto de Extensión – Indexud (encargado en parte de la contratación externa del ente educativo), se aprovechó de esos recursos de la universidad para hacer numerosos gastos personales.
Entre esos gastos, revelados por Noticias Uno, están lujosos vehículos de colección, compras a una empresa que sería de sus familiares, joyería, viajes, e incluso préstamos.
¿Favorecer al actual rector?
Aunque fue el actual rector Ricardo García, quien denunció los hechos ante los entes de control, las declaraciones de Muñoz lo señalan como uno de los favorecidos, al usarse recursos para ayudarlo a ganar su cargo como rector, vinculando al representante de los egresados, Carlos Fajardo.
Según Muñoz, él se encargó de conseguir el voto del Ministerio de Educación, a través de la entonces representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, y esta a su vez intentaría “cobrar el favor” entregando 40 hojas de vida al rector para su contratación.
García negó rotundamente las acusaciones, y dijo que como denunciante es el último que buscaría favorecerse de lo que hoy se considera todo un cartel de corrupción en esa institución, y que vincularía la aprobación de gastos de los entonces rectores Inocencio Bahamón, y Boris Bustamante.
Los gastos mencionados por Muñoz para favorecer la elección de García incluyen fiestas de cumpleaños en prostíbulos, y reuniones.
Por supuesto, mientras se adelantan las investigaciones, y Muñoz se presenta como colaborador de la justicia para reducir una posible condena, los estudiantes de la universidad han protestado en medio de la indignación, pues la situación financiera de la institución deja mucho que desear, y a los constantes reclamos para mayor inversión por parte del Estado, ahora se suman estos hechos.