El Plan de Ordenamiento Territorial (POT), será una de las últimas e impopulares batallas del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien ahora, estará facultado para expedirlo por Decreto, como se ha hecho a lo largo de la historia de estas hojas de ruta.
El POT es de gran importancia, pues proyecta una visión de ciudad, la forma en la que crecerá, cómo se proyectará su movilidad, y las medidas contra el cambio climático, entre ellas, dos temas sensibles, la calidad del aire de la ciudad y el futuro del Relleno sanitario Doña Juana.
El Concejo no pudo con el debate, otra vez
Aunque el POT estuvo en el Concejo de la ciudad desde agosto, no se ha hecho la votación de sus 555 artículos, y la comisión del Plan, en cabeza del concejal de Cambio Radical, Juan Felipe Grillo, decidió aplazar de nuevo la votación, a pocos días de vencer el plazo, lo que de facto le da facultad al alcalde para expedirlo por decreto.
En el concejo se presentaron varias visiones críticas, entre ellas las del concejal Juan Carlos Flórez, que no dudó en tratar el tema como una “jugarreta” para que Peñalosa pueda expedirlo bajo sus condiciones por Decreto.
Esto choca con la solicitud de la alcaldesa electa, Claudia López, quien había pedido a Peñalosa no expedirlo a la fuerza (así la ley se lo permita), pues para ella debe concertarse con la ciudadanía temas como las construcciones alrededor de la Reserva Thomas Van Der Hammen, y el modelo de movilidad que deja atado a la ciudad, como la construcción de líneas de Transmilenio, y dos líneas de metro, que serían más alimentadoras de esa gigantesca red de buses rojos.
Además de no contemplar la línea de metro a Suba y Engativá, sino, llevar hasta Guaymaral, este POT también contempla la construcción de la troncal de Transmilenio de la Av. 68, la misma que la nueva alcaldesa dijo no estar dispuesta a construir, pues prefiere usar esos recursos para la construcción de más líneas de metro.
Transmilenio por la Av. 68, cuestión de honor para Peñalosa
La construcción de troncales de Transmilenio, en especial las contempladas alrededor del proyecto metro, fueron una parte álgida del debate por la alcaldía, y Peñalosa está decidido a seguir el proceso para contratar la troncal de la Av. 68 que dice es parte esencial de la primera línea del metro (otro caso similar es el de la Séptima, pero se encuentra detenido por decisiones judiciales).
La alcaldesa electa, que no está a favor de buena parte de esa visión de ciudad, dijo que: “el que persevera alcanza”, dando a entender que eso no frenará sus intenciones de cumplir lo prometido, y que la visión de ciudad elegida el 27 de octubre buscará ser hecha realidad.
López tendrá que buscar mayorías en el Concejo, y apoyo del Gobierno para hacer realidad esa visión, y lidiar con el POT que deja el actual alcalde, quizá uno de los alivios sea la cruda realidad del último POT expedido por Peñalosa con el Decreto 619 del 2000, y que al final, sólo logró materializarse en un muy pequeño porcentaje.
Lo cierto, es que el hoy impopular mandatario de los bogotanos seguirá hasta el final, buscando que su visión de su ciudad se imponga, así en el Concejo, y en las urnas, los electores lo hayan recientemente rechazado.