Boris Johnson con el Partido Conservador, se llevó las elecciones del Reino Unido con una aplastante mayoría en el Westminster, 364 de 650 escaños, dieron el respaldo al premier para continuar con su plan para ejecutar el Brexit el 31 de enero de 2020.
Atrás quedó el plan de los Laboristas de presionar a Johnson para aplazar el Brexit, luego de que él asegurara que lograría ejecutarlo en octubre, y con ello debilitarlo frente al electorado, al final el mapa político cambió y en general en favor de los tories.
Jeremy Corbyn el líder laborista que intentaba hacer contrapeso a Johnson para reemplazarlo, termina muy debilitado, y con el anuncio de no presentarse de nuevo en esa posición frente al partido rojo, en una elección donde perdieron casi 60 escaños, incluso en regiones que históricamente votaban por este partido.
El programa más izquierdista de Corbyn, no logró ganar espacios entre el electorado, totalmente agotado con la idea de seguir en un álgido debate alrededor del Brexit, dicha derrota laborista, es comparada con la de 1935, o con la del líder laborista Michael Foot en los años 80s enfrentando a Margaret Thatcher.
El otro ganador
Aunque paradójico, el Partido Nacional Escocés (SNP), es el otro gran ganador, arrasando en Escocia con la mayor parte de los escaños, ganó 13 nuevos, llegando a casi 50 parlamentarios. Esto en respuesta a la división generada por el Brexit, y la inmovilidad británica en los últimos años, algo que refuerza las voces de independencia de los escoceses y Nicola Sturgeon como su líder.
El SNP, espera lograr un nuevo Referéndum de independencia en 2020, algo que lógicamente chocará con Johnson, y los Conservadores, que en campaña prometieron no permitir ninguna acción para que Escocia reclame salir del Reino Unido, una idea que curiosamente es comparada con la intención de Johnson de salir lo más pronto posible de la Unión Europea (UE).
El camino listo para el Brexit
Ahora Johnson volverá al parlamento para intentar de nuevo aprobar su acuerdo del Brexit con la UE, con un Westminster reestructurado, mayorías absolutas, oposición debilitada y un electorado respaldándolo, sus probabilidades de alcanzar dicha aprobación (que fue un verdadero infierno para su predecesora Theresa May) están casi garantizadas.
Johnson ha declarado: «Vamos a gobernar como el conservadurismo One Nation (Una Nación) que somos. Sacaremos adelante el Brexit, uniremos a todo el país y nos centraremos en las prioridades de la gente», haciendo referencia a la división que han vivido los británicos en su política recientemente.
La victoria de los tories en lugares donde antes se los creía fuera de su alcance, y sobre todo, la derrota del ultranacionalista, Nigel Farage, con su Partido del Brexit, consolidan un camino abierto para ese liderazgo, que tendrá en el Brexit en 2020, su primer gran reto por lograr.