La Cumbre del Clima de la ONU, cerró sin avances en los puntos más esperados, en especial, en un acuerdo para los mercados de dióxido de carbono que no logró reunir las voluntades de los países participantes.
Realizada en Madrid, pues Chile el anfitrión oficial tuvo que cambiar de sede debido a las protestas sociales en su país, la Cumbre se extendió dos días más, terminando ayer sin acuerdos fuertes que incluyeran a los países que más contribuyen con emisiones, y con solo 80 de ellos comprometidos a realizar planes más duros para frenar un acelerado cambio climático.
Pero entre los 80, no están Estados Unidos, la India, China, ni Rusia, en donde se concentra más de la mitad de las emisiones, y añadiendo que Estados Unidos espera retirarse del Acuerdo de París, como lo anunció su presidente Donald Trump.
Para evitar una catástrofe, los compromisos deben llevar al menos a que el aumento de temperatura a nivel mundial quede en 2ºC, con un 1,5ºC como ideal, de seguir este ritmo se asegura un aumento de 3,2ºC, y para finales de siglo estaría entre los 4ºC y los 5ºC. Lo que significaría toda una crisis global.
De nada sirvieron las exposiciones de científicos en la cumbre, reflejando el aumento histórico de temperaturas en 2019, y como la década que termina es la más cálida de la historia.
Las esperanzas quedan en la cumbre a realizar en Glasgow, Escocia, en 2020, donde se tratarán los temas sin respuesta una vez más en 2019, y seguramente tendrá de nuevo como protagonista a los mercados de carbono, que busca normas para regularlos como quedó sentado en el artículo 6 del Acuerdo de París.
Otro punto delicado en los mismos mercados de carbono es la ayuda a países en vías de desarrollo, como Colombia, pues son los más vulnerables a los efectos de cambio climático, pero fue otro punto rechazado por los grandes emisores, que no quieren relacionar su apoyo a las catástrofes climáticas que han vivido en los últimos años muchos de estos países.
Un tema llamativo fue la pérdida de dos millones de hectáreas de la Amazonía, con los impresionantes incendios que se vivieron este año, y que llevó (luego de la teoría de que el incendio se produjo por empresarios ganaderos) al retiro de varios gigantes con sedes en Brasil, e incluso la decisión de dejar de comprar insumos, para hacer cadenas de producción más amigables con el ambiente.
Al final, la llamada cumbre “Es tiempo de actuar”, o denominada antes como el “COP de la ambición”, dejó un mal sabor de boca a los científicos, activistas y marchantes, que vieron más retrasos e inmovilidad de acuerdos reales, un efecto que en parte es consecuencia de la elección de gobiernos que niegan los efectos del Cambio Climático, o lo minimizan.
Por ahora, el futuro de estos 25 años de cumbres sobre el tema queda en veremos.