El Congreso de la República suspendió su inicio de sesiones hasta el 17 de marzo, y volvió a suspenderlo hasta el 13 de abril. Ahora, el presidente a través del Decreto 491 de 2020, abrió la posibilidad de hacerlo de manera virtual, lo que al mismo tiempo abrió varios debates: ¿El presidente es quien tiene el poder para decidir si el Congreso se reúne o no presencialmente? ¿Está listo el Congreso para realizar sesiones virtuales?
El debate
Mientras en el Congreso de España, se puede ver al hemiciclo con solo 40 parlamentarios, y cada vez que se sube uno al estrado este es debidamente desinfectado, mientras el resto de sus miembros vota de manera remota, y en Chile el pasado fin de semana se realizó la primera prueba de sesiones para votos de forma telemática, en Colombia, el Congreso no ha decidido si es viable o no hacer las sesiones de forma virtual o presencial.
Para varios congresistas, como la representante Juanita Goebertos, es urgente volver a las sesiones y ya existen herramientas digitales que permiten este tipo de trabajo, además, ha indicado que la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada (Renata), está dispuesta a proveer de los mecanismos necesarios para ello. Otras voces en la Cámara también apoyan el inicio inmediato de las sesiones de forma virtual, asegurando que existen varias plataformas para lograrlo, pero el presidente de la Cámara de Representante, Carlos Cuenca, ha indicado a varios medios que prefiere esperar lo que indique la Corte Constitucional al respecto.
Precisamente, la Ley 5 de1992 en la que reposa el Reglamente del Congreso, es una Ley orgánica cuya modificación requiere de un largo proceso en el Legislativo, y es la misma Ley que actualmente no contempla las sesiones de manera virtual.
Al artículo 140 de la Constitución, dice que las cámaras del Congreso podrán “trasladar su sede a otro lugar, y, en caso de perturbación del orden público, podrán reunirse en el sitio que designe el Presidente del Senado.” Pero no existe acuerdo de que esto permita hacerlas de manera virtual, como tampoco de que el espíritu de dicho artículo fuera abrir esa puerta cuando se redactó en 1991.
Ante este escenario, el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo, afirma que las sesiones deben reanudarse de manera inmediata y presencial, y que el trabajo del Congreso debe ser una prioridad como el de las Fuerzas Armadas, u otros servicios esenciales del Estado. Además, criticó que los presidentes del Senado y la Cámara, no hicieran valer la independencia de Legislativo ante las decisiones tomadas por el presidente Duque en la emergencia por la Pandemia.
La urgencia de volver a sesiones
No sólo el Congreso no puede tramitar algunos de los Proyectos clave que tiene a la espera desde 2019, también, su ausencia ha impedido que se haga control político a los Decretos con fuerza de ley que el presidente ha expedido durante el Estado de emergencia. Lo que representa un vacío de poderes en el país.
Ya no sorprende que el Legislativo no esté listo para enfrentar imprevistos, bien podrían hacerse varias preguntas a los legisladores: ¿Por qué después de años de avances tecnológicos no han legislado para una emergencia en la que necesiten hacer sesiones de forma telemática? ¿Por qué no se ha legislado para determinar un trámite no presencial en momentos de crisis?
El Congreso bien podría legislar de forma urgente proyectos con respecto a la situación económica y social que vive el país, hacer control político a las decisiones del presidente Iván Duque, y llamar la atención por temas que no estén siendo atendidos en medio de la contingencia del virus, pero su inmovilidad temprana, y la secuencia de decisiones sin lupa del Gobierno, demuestra que la Casa de Nariño no parece necesitar el Congreso en tiempos de crisis, como tampoco el Congreso parece reaccionar de manera oportuna.
Una lección al Congreso de Colombia que relatará la historia.