Bolivia tiene nueva presidenta interina, pero sigue lejos de resolver su crisis política

Análisis Por

Jeanine Áñez de 52 años, asumió como presidenta interina de Bolivia, reconocida por algunos Estados, incluido el colombiano, la nueva mandataria tendrá la responsabilidad de llamar a elecciones lo más pronto posible y tomar medidas para mitigar la violencia desatada por el desorden político que vive el país.

La posesión de Áñez es significativa, pues es un reflejo de la tensa situación política que vive el país, con un salón medio vació ante la ausencia de los parlamentarios del MAS (partido del expresidente Evo Morales con mayoría en esa corporación), y con el apoyo de Tribunal Constitucional que sentenció que la presidencia debe mantener continuidad (el mismo tribunal que permitió una nueva candidatura de Evo), la senadora de la región amazónica de Beni, tomó el control.

No había quórum para tomar decisiones en el legislativo, y el expresidente Morales, no dudó en llamar el acto como el “golpe más artero y nefasto de la historia”, pero además fue una jornada marcada por la presencia de opositores en el acto.

Estuvieron presentes los miembros de partido opositores, incluido el expresidente Carlos Mesa, quien participó en las polémicas elecciones que desataron el orden público, y el líder Luis Fernando Camacho, quien dirigió protestas contra Evo en las últimas semanas.

Símbolos

Bolivia se considera desde su más reciente Constitución, un Estado Plurinacional, además es el país con más idiomas oficiales del mundo, y esto no es una casualidad, ni un reconocimiento de origen puramente ideológico. El país andino cuenta entre cerca del 60%, con una gran variedad de población indígena, y su lucha por un país donde no exista segregación entre ellos y una minoría mestiza.

Aunque esto parezca divisivo, la historia del país está ligada al liderazgo de rica región de Santa Cruz, que cuenta con varias colonias de ascendencia europea, y la lucha de las demás regiones del país por tener un liderazgo que reconozca la diversidad de Bolivia.

Por ese motivo el hecho de que la nueva presidenta interina, llegué a la posesión con una Biblia en sus manos, no es sólo un símbolo de unidad religiosa, es también un mensaje de los aspectos que rigen al nuevo gobierno y el temor que nace de que vuelva la exclusión.

Transición

Con el nuevo gobierno vino un cambio de gabinete e incluso un cambio de cúpula militar, Áñez tendrá ahora el Ejecutivo a su disposición, pero con una significativa minoría parlamentaria, y un país sumamente dividido entre los adeptos al expresidente Evo, y los que pidieron un cambio luego de las criticadas elecciones.

Morales por su parte desde México, mencionó un posible regreso a su país, aunque si ser candidato, en lo que parece una jugada para intentar mantener sus mayorías representadas en el MAS.

Por el momento, calmar la difícil situación política del país parece distante, y la solución más próxima parece ser el mismo llamado a elecciones.