La captura de Aida Merlano en Venezuela se convirtió en un nuevo reto para el Gobierno de Iván Duque, luego de 4 meses de su sorprendente fuga en una Centro Médico al norte de Bogotá.
La excongresista de convirtió en un estandarte a la corrupción, y luego a la impunidad, con una fuga que burló a las autoridades, y destapó la historia de Merlano con los Gerlein (en especial con Julio Gerlein, hermano del exsenador Roberto Gerlein), su paradero era desde entonces era un misterio.
La captura en Venezuela
Capturada en Maracaibo, ciudad del noroeste de Venezuela y capital del Estado Zulia, se reveló que ingresó ilegalmente a ese país, y estaba acompañada de Yeico Manuel Vargas (no confirmado por autoridades venezolanas, pero sí por cercanos a la excongresista), de quien además se aseguran fue su pareja, y se sabe que trabajó como asistente 1 en su Unidad de Trabajo Legislativo, cuando era Representante a la Cámara por el Atlántico.
Pero su captura realizada por las Fuerza de Acciones Especiales de Venezuela (Faes), deja ahora en total incertidumbre su regreso, pues las relaciones entre el Gobierno de Colombia, y el régimen de Nicolás Maduro, son casi inexistentes.
El Ministerio de Justicia aclaró que pedirá la extradición de Merlano al presidente interino, y presidente de la Asamblea de ese país, Juan Guaidó y no al régimen chavista, lo que significaría el inicio de un nuevo choque diplomático entre los dos países, y, por lo tanto, un proceso que podría dejar a Merlano en Venezuela por tiempo indefinido.
Cada Estado es libre en extraditar o no a los capturados en sus países, en el caso de Merlano se sabe que fue capturada por ingresar ilegalmente a ese país, no por los procesos que se llevan en Colombia, es decir, el régimen venezolano podría decidir judicializarla en ese país bajo dicho delito, deportarla o incluso concederle asilo.
El uso de Merlano como un “premio” por parte del régimen de Maduro, es una idea que toma fuerza, pues su captura fue anunciada en la cuenta personal de la cabeza de la Faes, José Miguel Domínguez, y se le ha considerado una fuerza de seguridad dedicada a la limpieza social, y varios actos violentos con motivaciones políticas en el país. Denunciado por Human Rights Watch y con una solicitud de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para desintegrarla, deja la idea de que el régimen venezolano no sólo capturo a dos colombianos indocumentados, por el contrario, sabe quién es y lo que significa para la imagen del presidente Duque.
Con la solicitud a Guaidó para extraditar a la excongresista seguramente vendrá una nueva disputa mediática en la que Maduro intentará demostrar que es él quien tiene el poder, y de Guaidó para denunciar una posible negativa del régimen de entregar a Merlano a las autoridades colombianas. Una novela que solo inicia.