La guerra se toma Juradó, Chocó. Donde 1500 indígenas viven en las últimas semanas el recrudecimiento de un conflicto entre actores armados ilegales en la zona, que ha producido un masivo desplazamiento.
Esta situación es crítica, según líderes sociales del Chocó, cerca de 7 mil personas se encuentran desplazadas o confinadas, esto llevó a 853 personas a albergarse en el Colegio de la comunidad Dos Bocas, contando a 263 niños.
Los enfrentamientos son entre el ELN y el Clan del Golfo, y llevaron al confinamiento a 400 personas en el resguardo indígena Cedral, que fueron usados como escudos humanos por el Clan del Golfo para protegerse de los ataques del ELN.
Una historia de dolor
En esta zona donde se encuentran otros municipios históricamente afectados por el conflicto armado, como Bojayá, Riosucio y el Carmen del Darién, es la muestra del abandono del Estado en las antiguas zonas de control de las FARC.
Allí operaban los frentes 57 y 34 de las FARC, y al darse la negociación de paz con el gobierno, se reactivó el asesinato contra líderes sociales, esto dejó a los indígenas embera y wounaan en medio de un conflicto de actores armados que intentan tomar el control de las zonas en las que funcionaban estos frentes.
Adicionalmente es una de las zonas donde las amenazas han llevado al fracaso de procesos productivos y restitución voluntaria de cultivos ilícitos que hacen parte de la implementación del Acuerdo de paz.
¿Dónde está el Estado?
Esa es la pregunta que se hacen las comunidades indígenas que denuncian la invasión de sus resguardos, y donde el pasado 12 de abril asesinaron al Líder Indígena Embera, y presidente del Cabildo Mayor de Camizba, Aquileo Mecheche Baragón, quien hizo presencia en Bogotá en 2018 durante la Minga del Chocó.
Aquileíto (como le decían en la zona) denunció la presencia de estos grupos y el infierno que se estaba desatando en la zona, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) solicitó desde marzo protección para el líder indígena, y luego de unos enfrentamientos entre el Ejército y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), asesinaron al líder indígena.
No hay por ahora un acuerdo claro entre los pobladores de estas zonas en conflicto en el Chocó, la protección de sus líderes y una presencia integral del Estado en las mismas. Mientras el país se concentraba en el Plan Nacional de Desarrollo, las objeciones a la JEP, y las campañas electorales, los días de tensión en el Chocó han mantenido el reclutamiento de menores de edad, y cobro de “peajes” y “vacunas”.
La situación ha llevado a el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a solicitarle formalmente al gobierno colombiano la protección a estas comunidades. ¿Cuándo llegará el Estado a las comunidades indígenas del Chocó?