Se termina un agrio capítulo para la Coalición Centro Esperanza, un equipo político que ha intentado mostrarse como la alternativa de la derecha representada por el Equipo por Colombia, y del Pacto Histórico de la izquierda liderado por Gustavo Petro.
Lo ocurrido termina como una crisis de desgaste, con consecuencias directas en las aspiraciones de este grupo, una verdadera crónica de una ruptura anunciada:
Ingrid Betancourt: Un camino tortuoso en la Coalición
La llegada de Ingrid, excongresista, excandidata presidencial y sobre todo, una de las más conocidas víctimas del conflicto armado, fue siempre un hecho a resaltar de los demás miembros de la Coalición. Betancourt fue fundamental para llegar a los acuerdos iniciales que dieron pie a la coalición tal y cómo se encuentra hoy, de hecho, el que reviviera su partido Verde Oxígeno, era una pieza clave en los avales, desde el aval al Congreso de Humberto De La Calle, hasta los avales presidenciales de Carlos Amaya, y nada menos que de Sergio Fajardo.
Pero todo cambió cuando Betancourt anunció su candidatura presidencial el pasado 18 de enero, y cómo se sabe lo hizo sin consultar a ningún miembro de la Coalición, e incluso con las dudas de su viabilidad debido a la tardía llegada de su opción presidencial. A pesar de lo anterior, muchos lo veían como un avance importante para una coalición que no tenía mujeres candidatas a la consulta.
Luego, en el debate de Semana y El Tiempo, la pre-candidata sorprendió con un ataque directo a su co-equipero Alejandro Gaviria, cuestionó sus adhesiones los días pasados, y dijo públicamente que convocaría a la coalición para tratar ese tema al tratarse según ella de personas con maquinarias políticas que eran contrarias a su lucha contra la corrupción. La respuesta del exministro Gaviria fue por lo menos, desproporcionada en las formas, dando la espalda al público, llamó oportunista e hipócrita a Ingrid, y se generó una crisis que hasta ahora ve la luz al final del túnel.
En ese recorrido, Robledo y Fajardo apoyaron inicialmente a Ingrid, pero se sabe: 1. Que en la campaña de Robledo no cayó bien la forma como Ingrid tramitaba ese disgusto, en especial, porque “sacaba los trapitos al sol” de la Coalición, justo al frente de los candidatos de los otros pactos. Y 2. Que Fajardo a pesar de apoyarla, también estaba disgustado con la forma cómo el hizo el reclamo, algo que luego quedaría al descubierto.
Dos ultimátum, una implosión
Con los cuestionamientos de Ingrid a Gaviria abiertos, comenzó una incómoda carrera de presión para que la Coalición tomara cartas en el asunto, en una serie de hechos que fueron públicos y mostraron las grandes grietas entre sus miembros.
La precandidata lanzó dos ultimátum, el segundo movió al primero hasta este sábado al medio día, y se sabe que la Coalición tuvo múltiples reuniones virtuales durante ese periodo de tiempo, interrumpiendo las agendas de los precandidatos y afectando la imagen de la Coalición con el paso de las horas ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo.
Gaviria alega que su campaña no es excluyente y defendió la integridad de los apoyos recibidos, Ingrid quería que esos apoyos se rechazaran y se fijaran reglas para que esto no volviera a ocurrir, dos posiciones inamovibles que terminaron por implosionar.
El desgaste de los miembros
De las variadas reuniones para intentar solucionar la crisis, al final fue evidente que los demás miembros de la Coalición llegaron al límite con las líneas rojas, y el mismo sábado lanzaron un comunicado sin la firma de Gaviria y Betancourt, una declaración salomónica:
Por un lado, rechazaron los apoyos de Gaviria “La aceptación de uno de sus integrantes de apoyos por parte de dirigentes que han acompañado la agenda del Gobierno del presidente Duque, a la que nos oponemos con firmeza, es una equivocación”, pero también criticaron a Ingrid por la forma como tramitó todo el asunto: “También fue desacertado ventilar públicamente, sin discusión previa, como se había procedido en oportunidades anteriores.” (Puede ver aquí el comunicado completo)
Ingrid poco después del medio día del este mismo sábado 29 de enero, anunció que se retiraba de la Coalición, que seguiría como independiente y que a pesar de rechazar esas adhesiones, se iba porque la Coalición no tomó cartas para que Gaviria renunciara a los recientes apoyos. Gaviria aplaudió la posición de sus compañeros, y anunció que se quedaba, además añadió que no renunciaba a ninguna adhesión que hasta ahora hecha y que respetaría las reglas.
Las “nuevas” reglas de la Coalición
En el comunicado, la Coalición fijó unas nuevas reglas, más específicas para las adhesiones en adelante, como lo dijo Robledo a varios medios porque al parecer no quedaron claras inicialmente, estas en resumidas cuentas son:
1. No aceptar adhesiones de congresistas que hayan hecho parte de los partidos declarados de gobierno durante el mandato de Duque.
2. No aceptar a congresistas que acompañaron proyectos del Gobierno Duque a cambio de prebendas burocráticas, o del Centro Democrático en contra del Acuerdo de Paz.
3. No aceptar adhesiones de políticos condenados o sancionados por corrupción, narcotráfico, o por aliarse con organizaciones armadas, o de aquellos herederos de estos políticos.
4. Todas las adhesiones a las campañas de la coalición quedan comprometidas en el apoyo al candidato que gane la consulta.
5. Las alianzas posteriores al 13 de marzo, se tramitarán bajo unos mecanismos que se establecerán en el documento de inscripción de candidatos.
El futuro ahora es incierto, no se sabe aún que tanto debilitará esto a la Coalición, como tampoco si Ingrid jugará con una posición crítica que debilite a los miembros que se quedan, e incluso si logrará atomizar el voto de centro.