Mientras la visita de Gustavo Petro a España, con una agenda envidiable incluso para el mismo Presidente Duque, ha llamado la atención de la misma Cancillería y los demás candidatos, o mientras en la primera encuesta de Invamer en el 2022 el exalcalde de Bucaramanga, Roldolfo Hernández sigue dando de que hablar entre los candidatos en solitario, la derecha encarnada en la Coalición Equipo por Colombia parece vivir un debate sin igual.
Para muchos analistas el tablero rumbo a las elecciones de presidenciales, que inicia con una especie de primarias en marzo ya está prácticamente definido.
Por un lado, la izquierda, reunida en el Pacto Histórico, con un líder en las encuestas que busca ganar en primera vuelta, y obtener al menos 30 curules en el senado, dos logros difíciles, pero no imposibles. Y mientras Petro ganará la consulta, su equipo si es el reflejo de una amplia diversidad de política, tan cuestionada, como posiblemente efectiva en las regiones.
Por el otro lado, el centro o centro-izquierda, en la Coalición de la Esperanza, allí hay tres candidatos que más marcan en los medios y encuestas, la encabeza el exgobernador Sergio Fajardo, pero podría darle una sorpresa tanto el exsenador Juan Manuel Galán como el exministro Alejandro Gaviria.
Y finalmente, la derecha, en la Coalición Equipo por Colombia, una coalición que hace cuatro años era menos diversa, y ahora se compone de varios exmandatarios locales, partidos tradicionales y un exministro de Santos, pero que no sabe si dejar entrar al máximo representante de la derecha del país, y partido gobernante, el Centro Democrático.
¿Por qué no dejar entrar a Zuluaga?
La división interna es clara, Juan Carlos Echeverry como exministro santista no desea estar en la misma coalición con el uribismo, Dilian Francisca Toro, que si bien no es candidata es la cabeza del Partido de la U, también dice no, en sus palabras porque no desean tener una coalición que más que pensar en la gente, piense en ideologías, polarización y extremos, y Enrique Peñalosa, que se quedó corto en las firmas, lo que hace que pierda autonomía, podría recibir el aval de la U, y por lo tanto, oponerse con Toro a la entrada del uribismo.
Pero la sorpresa que más ha molestado al Centro Democrático, ha sido la de Alex Char, exalcalde de Barranquilla, y probablemente mayor elector de esa casa política, quien, en una entrevista con María Isabel Rueda, también dijo no, aunque dijo que respetaba la decisión que tomaran sus compañeros.
La incomodidad es doble, no sólo porque esto hace que los votos positivos a la entrada del uribismo a la coalición queden solo en Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, y David Barguil, candidato del tradicional partido conservador, también porque todos daban por sentado que la buena e histórica relación entre Fuad Char y Álvaro Uribe Vélez era suficiente.
Pero, ¿Podrían existir otros motivos para impedir el ingreso de Zuluaga a la Coalición Equipo por Colombia? Si, y son incómodos para el Centro Democrático.
Como muchos se han dado cuenta el partido gobernante ha visto como varios de los congresistas que más destacaron estos 4 años (sea por motivos positivos o negativos) han decidido abandonar las listas ante la ausencia de su máximo líder, es decir, en las cuentas sonaría muy bien para esa coalición tener el partido con mayores bancadas en el Congreso, pero esa es una realidad que todos dan por sentado que cambiará.
Las encuestas tampoco ayudan a Zuluaga, si no logra entrar a la Coalición, lo más probable es que esto signifique su sentencia de derrota, no sólo porque en solitario no logra superar a fichas de la misma coalición como Alex Char, sino, porque tampoco parece disputarle la cabeza a Petro, ni entrar en la competencia con Fajardo y Rodolfo Hernández, entonces, en la mecánica de la coalición. ¿Qué ventaja tienen dejar ingresar a un debilitado uribismo?
Por ahora, el único argumento fuerte parece ser la unidad, y es que si la izquierda, y la centro-izquierda llegan unidas, y la derecha dispersa, su margen de victoria podría reducirse, pero si la desfavorabilidad del actual gobierno de Duque y su partido solo serán un lastre, el ingreso solo se convertiría en una carga. Aunque otra pregunta también podrían plantearse los más fervientes seguidores del Centro Democrático ¿Será que ser el «el que diga Uribe» ya no es suficiente?
Una difícil decisión, que esa Coalición tendrá que tomar antes del 27 de enero de este año.