Theresa May anunció su dimisión. Hoy frente al Dowming Street aceptó una realidad irrefutable, su propuesta de Brexit no fue aceptada tras tres intentos de votación, y su liderazgo frente a los conservadores se debilitó hasta el punto de hacerla insostenible.
May llegó luego de la derrota de David Cameron en el referéndum que definió el destino del Reino Unido frente a la Unión Europea (UE), en junio de 2016 por un estrecho margen que decidió la ejecución de un Brexit, y una vez May llegó al cargo invirtió todas sus energías en lograr ese cometido.
Negoció con Bruselas un Acuerdo por más de un año y medio, pero nunca logró convencer al parlamento británico de que era la mejor opción, y mientras más pedaleaba contra la corriente, más adeptos perdía, Corbyn líder del partido Laborista no desaprovechó ninguna oportunidad para pedirle que abandonará el cargo, mientras la división en los tories hacía que May tuviera más de un frente por atender para mantener la unidad.
El Brexit que iba a ejecutarse el pasado 29 de marzo, tuvo que aplazarse a octubre, mientras euroescépticos y proeuropeos rechazaban el acuerdo logrado por May, una presión que terminó por acabar su mandato.
3 años de grandes desgastes
May será recordada por mantener siempre una posición decidida y perseverante sobre los pasos de daba alrededor del Brexit, poco se pudo concentrar en lograr otras grandes apuestas, aunque quizás se le anote el pragmatismo que siempre mantuvo frente a su trato con líderes mundiales como Donald Trump, Angela Merkel y Emmanuel Macron.
Elegida para muchos por motivos fortuitos, pues la derrota de Cameron en el referéndum del Brexit, era también una derrota para los conservadores, ella decidió tomar el toro por los cuernos para reorganizar a su partido e intentar cumplir la palabra empeñada de retirar al Reino Unido de la UE, pero el número de voluntades que tenía que sumar siempre fue superior a lo que ella podía ceder.
A mediados de 2017 su partido pierde la mayoría absoluta en el parlamento, el discurso May frente a su partido en octubre de ese año no renueva su liderazgo, y cierra el año con una famosa discusión pública con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
May también tuvo que soportar los ataques terroristas, como el ocurrido en el Puente de Londres en 2017 y donde fallecen 7 personas, y la llegada de Trump y Macron al poder.
Hoy entre lágrimas, aceptó que era momento de dar un paso al costado.
Posible sucesor
Ahora comenzarán las rondas de votaciones al interior del Partido Conservador, para elegir a un nuevo líder, que tendrá que ser postulado por al menos dos parlamentarios y luego ganar los apoyos de los militantes de su partido.
Boris Johnson, es quien más ha buscado reemplazar a May, y parece en constante campaña, el exministro de Exteriores y exalcalde de Londres es conocido por su gran carisma, pero también por sus decisiones y declaraciones polémicas, y el rechazo que generó en varios de los miembros de la comunidad europea.
Andrea Leadsom, fue la más dura rival de May cuando esta aspiró a liderar el partido, se destacó como ministra de la Relaciones con la Cámara de los Comunes, y es fiel creyente de un brexit salvaje que saque sin acuerdo al Reino Unido.
Amber Rund es proeuropea, cree en no dejar a su partido llevarse por los radicalismos, y es la actual ministra de Pensiones y Trabajo.
Dominic Raab, fue ministro del Brexit, este joven político dejó ese cargo cuando May presentó su Acuerdo de Brexit, al igual que Johnson se encontraba ya en campaña, y se le acusa de una actitud arrogante y poco educado en sus relaciones con otros políticos.
Faltan además, Sajid David, ministro del Interior, Penny Mordaunt, ministra de la Defensa, el millonario, Jeremy Hunt, y el parlamentario Michael Gove.
Ahora inicia la dura tarea de definir un sucesor digno de sacar adelante la parte final, de la novela del Brexit.