La salida del presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Luis Miguel Morelli, se ha convertido en una novela, que relata posibles irregularidades en el manejo de la Agencia, e incluso señala la relación de Morelli con una funcionaria.
Aunque parte de la denuncia y de la información que hoy relatan los medios, se encuentra sostenida en una carta firmada por Aura Clemencia Mejía Arroyo, y dirigida a la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, la defensa del saliente presidente de la Agencia, afirma que dicha persona no existe en la Registraduría, con información de contacto en la Dian de Bucaramanga, y una dirección inexistente.
Pero la salida de Morelli por la ANH, no sólo pasa por un escándalo que toca su vida privada, también por las denuncias del contrato de arrendamiento de la ANH, para la planta del piso de Fiscalización, y que estaría por encima del valor comercial, incluso comparado con el arrendamiento de otra entidad en ese mismo edificio en Bogotá.
Además, se señala un mal uso de los recursos que pasan por los planes de manejo ambiental para las petroleras, aumento de honorarios a contratista sin justa causa, y eventos en las regiones con amplios gastos logísticos, de tiquetes de avión, entre otros.
Todo lo anterior ambientado en una respuesta de la Contraloría General, al Ministerio de Minas, donde toca varios puntos de las irregularidades mencionadas.
La respuesta de Morelli
El ahora expresidente de la Agencia, publicó una carta (ver documento) donde señala la carta denunciante como un anónimo, debido a que no se ha podido verificar su identidad, calificándolas de falsas y de haber: “mancillado mi buen nombre y dignidad, sin ninguna contemplación personal y tanto menos institucional, generando un gran ruido en un sector donde mucho había costado reconstruir la confianza para atraer inversión.”
Allí Morelli indica que la carta de Mejía Arroyo es: “una colección de injurias, calumnias y falsedades… así como un ataque infame y despiadado contra una destacada profesional que apoya la gestión de la Agencia.”
¿Quién es esa “destacada profesional”?
Aunque Morelli no la nombra, ni despeja las dudas específicas de denuncias sobre las irregularidades, se trataría de Slendy Clavijo, mencionada en las denuncias, y que varios testimonios retratan como cercana a Morelli, pero también acusada por presuntamente reformar la planta de vicepresidencias de esa entidad.
Con los cambios de Clavijo, honorarios de varios contratistas según las denuncias aumentaron en algunos casos de $8 a $22 millones, hizo el ascenso de su hermana, Marcela Clavijo Pantaleón, a directiva, y aumentó los honorarios de Ómar Pantaleón.
La mala relación con la ministra
Pero mientras se esclarecen estos hechos, y se determina sí realmente existió una maraña de decisiones en la Agencia para favorecer a los cercanos a Morelli, saliendo de la órbita misional de la entidad, y dejando de lado los rumores, como la pelea entre la esposa del expresidente de la ANH y la funcionaria cercana a él en un evento en el Ágora en Bogotá, si hay algo que se conocía desde que tomó el cargo: Su pésima relación con la ministra María Fernanda Suárez.
Criticando lo que serían metas poco ambiciosas de la ANH, y su manejo de los eventos, la ministra hacía meses se alejaba de Morelli, y buscó en Casa de Nariño su salida, algo que se mantuvo bloqueado por el respaldo político que recibió Morelli de varios parlamentarios del Centro Democrático.
Aunque Morelli es de origen Conservador, y llegó a ser Gobernador de Norte de Santander en el periodo 2003 – 2006, por ese partido, pasó a ser cercano al Centro Democrático, y fue siempre apreciado por varios líderes de ese partido como un reconocido profesional de la industria petrolera, en la que ha trabajado gran parte de su vida.
La relación entre la ministra Suárez y Morelli se volvió tan tensa, que varias fuentes afirmaron que sólo se comunicaban para lo estrictamente necesario, y que la ministra lleva más de un año sin asistir al consejo directivo de la ANH.
Al final, se podría decir que sólo la falta de entendimiento entre estos dos altos funcionarios, y dada la superioridad jerárquica de Suárez, daban para declararlo insubsistente, como finalmente ocurrió esta semana. Pero, mientras avanzan las investigaciones, quedan muchas dudas por resolver de lo que seguramente fue una agitada gestión de la ANH.
Morelli dijo que no dará más declaraciones pues su hija mayor se encuentra en delicado estado de salud.