Una vez más Jesús Santrich se encuentra en el centro de atención, luego de que abandonara a su esquema de seguridad en Tierra Grata, César, en una de las zonas de reincorporación de excombatientes.
Las reacciones han sido múltiples, para el presidente Iván Duque, el exguerrillero quiere eludir la justicia, mientras la misión de Verificación de la ONU le pidió públicamente que cumpla con sus compromisos adquiridos.
En los hechos ocurridos el 29 de junio, se da cuenta de una carta, donde el exguerrillero y representante a la Cámara, dice que se fue supuestamente a pasar la noche con su hijo menor, y que estaría listo a las 8 am cuando lo fueran a buscar a Valledupar, pero en esa ciudad nadie da cuenta de su paradero.
Según el exalcalde de Barranquilla Bernardo Hoyos, quien afirma que le estaba preparando una recepción a Santrich en esa ciudad, el exguerrillero huyó a Venezuela por un supuesto plan para asesinarlo informado por agentes de ese país, por supuesto, Santrich no puede salir de Colombia sin un permiso de la JEP, trámite que hasta donde se sabe nunca se dio.
La fecha clave ahora es el 9 de julio, fecha en la que fue citado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia, y que, en caso de no comparecer, podría terminar en una orden de captura en su contra lo que reafirmaría que Santrich realmente escapó.
Las consecuencias
Aunque falta por saber si Santrich aparecerá o no el 9 de julio, es la justicia la gran perdedora con una posible fuga del exguerrillero, no solo porque fueron consecutivas decisiones de la JEP, el Consejo de Estado, y la Corte Suprema de Justicia, las que llevaron a la libertad, y posesión como Congresista a Santrich, sino además, porque los opositores a estas decisiones afirmaron desde inicio que exguerrillero escaparía.
Además, afecta la imagen de la ya desgastada implementación del acuerdo de paz, mostrando que la justicia se queda corta para frenar a los excombatientes que buscan evadirla, y por lo tanto anima las voces de una constituyente, y podría fortalecer el intento del periodista Herbin Hoyos quien recoger firmas para derogar a la JEP.
Santrich da razones a sus enemigos y al mismo tiempo a los críticos del Acuerdo de paz, y al mismo tiempo, complica la situación de sus compañeros del partido Farc, que por el momento no han salido a defenderlo y parecen alejarse afirmando que todo exguerrillero que abandone el proceso tendrá que sufrir las consecuencias.
Una historia que podría terminar como otro duro golpe al Acuerdo de paz, y a las esperanzas de un ordenado y creíble fin del conflicto.