Los retos del aislamiento inteligente que propone el Gobierno a partir del 27 de abril

Análisis Por

El Gobierno Nacional anunciará esta semana cómo será el regreso a la vida productiva en el país, además, reconoce que no se volverá todavía a la vida social, por eso, la mayor preocupación es que la economía no puede seguir en hibernación, lo que representa un alivio de ingresos para las personas de menos recursos.

Las protestas en Bogotá, y la presión ante lo que podría resultar en más hambre en las personas que viven de la informalidad, tiene al Gobierno Nacional y los mandatarios locales, pensando en formas de volver poco a poco a la productividad.

El presidente Iván Duque a través de sus ya comunes transmisiones en vivo, y en diferentes entrevistas a varios medios de comunicación, dejó ver parte de su plan para el 27 de abril, cuando termina la segunda parte del aislamiento social que había decretado desde marzo.

Si bien un buen porcentaje de la población seguirá en las casas, varios sectores de la economía podrían salir, eso sí, con especial protección para algunas poblaciones.

Por una parte, seguirán cerradas las instituciones educativas, desde jardines, colegios, hasta universidades, para sus labores presenciales (sobre decir que no se abrirán bares, ni grandes eventos); los adultos mayores, o personas con enfermedades preexistentes seguirán en sus casas; no se abrirán las fronteras, tampoco volverán en esa fecha los vuelos internacionales, ni nacionales, aunque no queda claro los segundos hasta cuando seguirán restringidos.

Sectores que regresarían a labores presenciales

Pero son los sectores de la economía escogidos, los que seguramente tendrán mayor atención, entre ellos parece que existe un gran acuerdo sobre la construcción, con varios protocolos sanitarios para su desarrollo, y que seguramente no garantizarán su retorno a toda capacidad.

La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), diseñó un Plan de Aplicación de Protocolo Sanitario para la Obra, y las obras que regresen a labores tendrán que proveer de las herramientas necesarias para ello.

Esto representará un alivio para miles de familias de escasos recursos que dependen de este tipo de labores, y parecía desde el principio uno de los caminos más obvios para regresar a la vida productiva.

La alcaldesa Claudia López, planea en Bogotá que además regrese el sector de mantenimiento de vehículos y bicicletas, otra respuesta lógica a lo que sería una necesidad esencial para evitar aglomeraciones en Transmilenio, y que las personas puedan ir a sus trabajos en otros medios de transporte.

A esto se sumaría por parte del Gobierno Nacional, el sector de manufacturas, trabajadores del sector minero-energético, alimentos procesados, empresas de petroquímicos, agroindustria, y la industria de plásticos.

Y aunque faltan los detalles en el Decreto, muchos esperan que el transporte terrestre de pasajeros pueda volver a cierta capacidad a la normalidad, pero por ahora, el camino más seguro es dar más espacio al transporte a carga.

La meta: productividad en pleno aislamiento

Pero con más de 3 millones de vendedores informales en el país, sin contar los millones más que dependen de otras formas de trabajo informal (según el Dane cerca de 11 millones), seguirán viviendo serias dificultades para encontrar ingresos, y esto se sumará a la capacidad del Estado de permitir ciertas actividades que puedan sostener otras.

Por ejemplo, si los trabajadores de la construcción regresan de forma paulatina a la actividad, ¿Las personas que les venden almuerzos, o llevan el clásico tinto al lugar de obra, también lo harían?

Estos pequeños detalles significan respuestas urgentes al sustento de millones de familias, y al hecho de tener que adecuarse a las condiciones de un aislamiento social que tiene el vilo sus ingresos.

El aumento de infectados

Finalmente, del orden para volver a las jornadas de trabajo presencial, también dependerá la efectividad para evitar que esto aumente los casos de confirmados de COVID-19 en el país, que se aumente el número de pruebas en el país, y que se tenga preparada la logística para el inminente golpe al sistema de salud ante el aumento de casos.

La manera en la que el Gobierno aborde la reactivación de la economía, y las personas a partir del 27 de abril no salgan de forma masiva y desordenada, radicará el éxito o no de lo que Duque llamó en un inicio “aislamiento inteligente”.