Son días difíciles para el país, y la posición del Gobierno no parece aliviar las tensiones políticas y sociales producto de una serie de hechos que parecen combinarse en la tormenta perfecta.
El país lleva días rompiendo records de fallecidos por COVID-19, solo en la última semana se posiciona como el cuarto país con más muertes por esta causa, el proceso de vacunación avanza lejos de las estimaciones que prometía el presidente Iván Duque a finales de 2020, la situación de ocupación de UCIs en varias ciudades es preocupante, mientras el desempleo se posiciona en el 14,2%, la desigualdad, el malestar por el regreso de las aspersiones con glifosato en varias zonas del país, y las múltiples salidas en falso del Gobierno son rematadas por una propuesta de Reforma Tributaria, que intentó vestirse como un gran proyecto de ayudas, pero solo se convirtió en la gota que rebasó el vaso de insatisfacción, incluso al interior del Uribismo.
El retiro de la Reforma Tributaria contrario a lo que sería la luz al final del túnel del descontento, solo es una de muchas iniciativas que seguramente se intentarán bloquear desde el Paro Nacional, y que servirán como el preludio de una campaña presidencial en la que Duque seguramente no tendrá candidatos que quieran seguir sus pasos.
El malestar general
El presidente se dirige a la nación con más frecuencia quizá que cualquier mandatario de las últimas décadas, con un programa en vivo donde sirve de presentador y al mismo tiempo, anuncia sus principales políticas, parece que el mal recibo de la caída Reforma Tributaria demuestra que el efecto mediático del programa está lejos de ser un éxito.
En la más reciente encuesta de Guarumo, la imagen del Presidente cayó 16 puntos, y se ubica en el 40,9%, su imagen en la encuesta de Cifras & Conceptos cae con un desfavorable del 65% que viene en aumento desde finales del año pasado.
Es interesante observar, que varios de los grandes sectores del país, han hecho propuestas para intentar mitigar el efecto negativo que se producía con la propuesta de Reforma, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), ha llegado a proponer aplazar la reducción de renta corporativa, y la suspensión del descuento al ICA, ganadas para ese sector hace solo un año atrás.
Varios partidos políticos han propuesto cargar a las entidades financieras con una sobretasa, generar un impuesto al patrimonio temporal, e incluso vender la participación del Estado en ISA.
Este clamor se suma al de varios sectores sociales que decidieron salir a marchar, muchos de ellos no necesariamente de oposición, pero sí decididos a reclamar por otras políticas, como el descontento por el regreso de las aspersiones con glifosato en la lucha contra las drogas, el manejo en general de la pandemia, los salarios adeudados a personal de la salud, e incluso por las críticas a la implementación del Acuerdo de paz.
Más allá de los vándalos en las marchas del pasado 28 de abril, el malestar general le está pasando factura al gobierno. Hasta el momento se registran 17 muertos y al menos 846 heridos durante las protestas generadas desde el 28A, una situación que vuelve a poner los ojos en el abuso policial, la falta de control en la seguridad urbana, y la ineficiencia de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, que hasta el final de las protestas parecen brillar por su ausencia y falta de mediación, publicación de cifras oportunas, y anuncios para proteger la vida de los ciudadanos.
El malestar en casa (el uribismo)
Mientras el Gobierno intenta caldear los ánimos, retirando la propuesta y buscando un acuerdo para replantearla, en su propia casa el uribismo ve con preocupación como una imagen negativa del actual gobierno pone el peligro la continuidad del Centro Democrático en el poder, con el agravante de no tener al expresidente Álvaro Uribe en la futura lista al Senado por ese partido.
A lo anterior se suman los tweets del expresidente Uribe a propósito de la Reforma, el hecho de que su hijo se reuniera con el Gobierno para conversar sobre el tema, y el que en varias entrevistas el exmandatario resaltara que habían enviado un equipo de parlamentarios para discutir la propuesta, pero sus comentarios no parecen ser tenidos en cuenta.
Dicha ruptura, es evidente en las reacciones del propio partido, el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga presentó una carta abierta al presidente (Ver carta) donde consideraba valioso el retiro de la actual propuesta de Reforma Tributaria. Al mismo tiempo, la senadora de ese partido María Del Rosario Guerra, afirmaba que el mayor problema de la reforma era que no combinaba lo técnico con lo político.
Varios congresistas cercanos al Gobierno también manifestaron su descontento con varios puntos de la propuesta inicial, como también criticaron las marchas producidas en el país y las intenciones de los promotores del Paro.
Pero la actual crisis revela algo ya detectado en el pasado, Duque tiene problemas de liderazgo y concertación en el Gobierno, sus iniciativas no han representado mayores cambios y su manejo de la pandemia no está contrarrestando las severas críticas al estado actual de los contagios y fallecimientos en el país, el presidente no está sólo, pues sabe que los congresistas que lo apoyan no quieren un Gobierno que llegue a las presidenciales de manera tan impopular, pero todo el manejo alrededor de la Reforma podría considerarse uno de los mayores errores de su mandato.