Objeciones presidenciales a la JEP: ¿Un desgaste innecesario?

Análisis Por

Hoy se completan 4 días de debates de las objeciones a la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), las sesiones que comenzarán a las 9 am, han tenido un intento de votación que, gracias a una interpretación del presidente del Senado, Ernesto Macías, y del secretario de esa corporación, hicieron quedar corta a la oposición, pues afirman que necesitaban al menos 48 votos, y solo lograron 47.

Se tiene que volver a votar, pero el Centro Democrático ha hecho todo lo posible a través de su bancada y del presidente del senado, para dilatar la discusión, y ganar tiempo a un posible acuerdo sobre alguna de las objeciones a la JEP.

El acuerdo hoy jueves parece inalcanzable, y el Gobierno y su bancada parecen posponer lo inevitable, aunque algunos en el congreso afirman que también esperaban se resolviera la Tutela del senador Macías contra la votación de las objeciones a las JEP en la Cámara.

El lunes se fue en resolver los impedimentos, el martes se realizó la polémica votación que quedó en 47 votos a favor de rechazar las objeciones y 34 en contra, el miércoles según el senador Macías por “error involuntario”, no se colocó la votación sobre las objeciones en el orden del día, así que no podían ser considerados en plenaria, por eso llegan hoy de nuevo a debatir.

El Gobierno pierde tiempo valioso

El Gobierno tiene un desgaste natural producto del caos y las dilaciones en una muy posible derrota frente a sus objeciones, y mientras el Senado intenta lo imposible para salvar alguna objeción, todo esto va en detrimento del mismo gobierno.

El mayor damnificado es el Plan Nacional de Desarrollo, que ya se está debatiendo en Cámara, y ya se votaron de los 349 artículos, 327, y ese debate sigue hoy, con plazo máximo para aprobarlo el próximo martes a la media noche.

Si el Senado se queda corto de tiempo, tendría que acoger lo acordado en Cámara, donde el gobierno es minoría.

Este choque tiene además como acusación la entrega de mermelada, en este caso al voto definitivo que pudo resolver el martes el tema de las objeciones, se trata de la ausencia de la senadora Maritza Martínez del partido de la U (dejando incluso extrañamente su cartera, segundo contaron los testigos), para luego revelarse que su financiador de campaña y quien también su gerente de campaña Orlando Barbosa Villalba, fue nombrado por el gobierno de Iván Duque en el Consejo Directivo de Cormacarena, en un decreto firmado por el ministro Ricardo Lozano.

Mientras el gobierno sufre un duro golpe, se desgasta su posición frente al congreso y pierde tiempo valioso con el Plan Nacional de Desarrollo, cabe la pregunta: ¿De verdad vale la pena desgastarse con unas objeciones a una Ley que es evidente que no tiene mayorías para ser aceptadas en el congreso?

 

 

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