El jueves se terminan las sesiones en el Congreso, y en el angustioso final de esta carrera por aprobar proyectos de Ley, quedó aprobada en esa Cámara la Ley anticorrupción presentada por la Fiscalía, que busca quitar la casa por cárcel para los corruptos.
El Senado aprobó ayer los artículos que le hacían falta para pasar a la conciliación de la Ley, y aunque el corazón del proyecto es la eliminación de la casa por cárcel para los delitos relacionados con la administración pública y la administración de justicia, también aumenta las penas para delitos como cohecho, prevaricato y concusión, y para los directivos o empleados de las instituciones financieras y cooperativas.
Además, trae un fuerte punto de debate, y es la condena a los empleados públicos que revelen información secreta o reservada, y que los periodistas consideran un error, pues frena a sus fuentes dentro del gobierno a exponer hechos de corrupción, decisiones, o casos que frecuentemente aparecen en las investigaciones periodísticas.
Y finalmente, impedirá la contratación interadministrativa entre empresas públicas y privadas, excepto con Universidades.
Ahora el reto estará en el trámite que continúa, pues de no aprobarse antes del jueves la iniciativa se hunde, y para eso estará en manos de la Cámara de Representantes el mayor desafío.
Debido a que su trámite por la Cámara fue entre 2017 y mediados de 2018, son varios los representantes que no participaron en las votaciones de la iniciativa, y por lo tanto, deben resolverse una gran cantidad de impedimentos antes de votar una conciliación, un procedimiento que muchas veces tarda varios días, y reduce así las posibilidades de aprobación.
El proyecto, tiene la ventaja que unir voluntades, pues no solo cuenta con el apoyo de la Fiscalía, en cabeza temporalmente de Fabio Espitia, además une a bancadas como la de Cambio Radical y el apoyo de los verdes que se la jugaron por la consulta anticorrupción.