El próximo martes de 3 noviembre se realizarán las elecciones para elegir Presidente de los Estados Unidos, dado que es mucho lo que está en juego pues se define quien estará durante los próximos 4 años a la cabeza de la primera potencia mundial, a través de este artículo, se explican algunos elementos para entender cómo se desarrolla esta jornada electoral y que reflejan las encuestas.
¿Cómo se elige presidente de los Estados Unidos?
El Presidente de EEUU es elegido a través del Colegio Electoral, que es un cuerpo de 538 compromisarios que designa formalmente al jefe del poder ejecutivo, conforme al resultado de las elecciones en cada uno de los 50 Estados de la unión más la capital Washington D. C. (Distrito de Columbia). Para ganar la elección el candidato debe obtener al menos 270 votos del Colegio Electoral
Cada Estado en proporción a su población tiene un número de compromisarios en el Colegio Electoral, de tal forma que un Estado altamente poblado como California tiene 55 delegados y uno poco poblado como Wyoming tiene 3. (Ver imagen)
¿Cómo un candidato presidencial obtiene delegados en el Colegio Electoral?
Con excepción de Maine y Nebraska, todos los Estados de la Unión, incluyendo la capital Washington D. C, distribuyen sus delegados al Colegio Electoral bajo la formula “winner take all” (el ganador obtiene todo); de tal manera que el candidato que más votos ciudadanos obtenga se lleva todos los delegados de ese Estado (aunque logre la victoria por un solo voto de diferencia).
Los Estados de Maine y Nebraska distribuyen sus delegados al Colegio Electoral bajo los siguientes criterios; Maine tiene cuatro votos electorales, otorga dos de estos al ganador del voto popular en el Estado y los otros dos al ganador del voto popular en cada uno de los dos distritos del Estado. Por otro lado, Nebraska tiene 5 votos electorales, 2 para el ganador del voto popular en el Estado y 3 repartidos entre los ganadores de sus 3 distritos.
Por lo anterior los candidatos no se esfuerzan en ganar la mayoría del voto popular emitido por los ciudadanos, sino de obtener victorias en Estados que les permita llegar a la cifra de 270 votos del Colegio Electoral para ganar la Presidencia.
En 5 ocasiones en la historia se ha dado el caso en que el candidato que obtuvo menos votos ciudadanos, ganó la mayoría de votos del Colegio Electoral; las dos más recientes en el año 2000 y 2016. (Ver imagen)
¿Qué pasa si hay un empate o ningún candidato obtiene los votos necesarios para ganar las elecciones presidenciales?
La enmienda 12 de la Constitución de los EEUU establece que “(…) si ninguna persona tiene mayoría, entonces la Cámara de Representantes, escogerá inmediatamente el Presidente de entre las tres personas que figuren en la lista de quienes han recibido sufragio para Presidente y cuenten con más votos. Téngase presente que al elegir al Presidente la votación se hará por Estados y que la representación de cada Estado gozará de un voto; y que será necesaria mayoría de todos los Estados para que se tenga por hecha la elección (…)”.
Si hay empate a 269 votos del Colegio Electoral (recuerden que para ser elegido presidente se necesitan en total 270), o si ningún candidato obtiene la cifra necesaria para ganar, pues puede ocurrir que un tercer candidato distinto a los partidos Republicano y Demócrata obtenga algunos votos del Colegio Electoral de tal forma que le impida matemáticamente a cualquier otro llegar a la cifra de 270 delegados; entonces será la Cámara de Representantes la que designe al Presidente, en esta instancia legislativa cada delegación estatal tiene un solo voto, para ser elegido presidente, un candidato necesita obtener 26 votos (la mitad del número de Estados más uno, sin contar con el Distrito de Columbia, que no participa de esta instancia).
¿Qué puede pasar este próximo 3 de noviembre?
Antes un poco de historia…las encuestas son el mejor instrumento para tratar de comprender el clima de la opinión pública previo a una elección. En las elecciones de 2016 el promedio de las encuestas durante la semana previa a las elecciones presidenciales, le daba una ventaja de 3,2% a Hillary Clinton sobre Donald Trump, finalmente la candidata Demócrata ganó el voto popular por 2.868.686 sufragios, frente a su rival Republicano, ventaja equivalente al 2,1% de la votación. Es decir, las encuestas nacionales fueron bastante precisas en determinar las preferencias del voto en general, en lo que fallaron fue en la distribución del Colegio Electoral, esencialmente en los Estados de Pennsylvania, Michigan y Wisconsin que llevaban 24 años (6 elecciones presidenciales) del lado Demócrata y en 2016 le dieron el triunfo a Trump por un total de 66.991 votos, equivalente al 0,05% de la votación total.
Esos 66.991 de ventaja que Trump obtuvo sobre Clinton y que le dieron a los Republicanos la victoria en esos estados decisivos, sin los cuales no hubieran podido ganar la Presidencia, valieron más que los 2.868.686 de votos de ventaja que la candidata Demócrata obtuvo a nivel nacional, lo anterior por la dinámica de que quien gana la votación popular en un Estado (así sea por 1 voto) se lleva la totalidad de los delegados al Colegio Electoral de ese Estado.
Ahora bien, respecto a las elecciones de 2020, vale hacer las siguientes precisiones:
-Las encuestas de 2020 son más precisas por dos razones esenciales: 1) las encuestadoras incorporaron dentro de sus muestreos a más personas sin estudios universitarios (quienes tienden a votar mayoritariamente por Donald Trump), en las elecciones de 2016, esta población fue sub valorada y por tanto no se midió adecuadamente su peso electoral. 2) dado el nivel de polarización de la sociedad estadounidense la mayoría de personas encuestadas ya tiene una preferencia política definida, por lo que la cantidad de indecisos para este 2020 es de 5%, en 2016 era de 10%, a mayor número de personas indecisas las proyecciones de las encuestas son menos precisas. En conclusión, se espera que las encuestas para este año, sean mucho más acertadas que las de las elecciones pasadas.
-Hillary Clinton sufrió un desplome en las encuestas a 11 días de las elecciones, pasando de una ventaja de 7,1% al 3,2% de intención de voto, pues el director del FBI de la época, James Comey, envió una carta al Congreso anunciando nuevos hallazgos en el marco de la investigación sobre el manejo de información privilegiada, a través de un servidor de correo electrónico particular, a cargo de Clinton, mientras se desempeñaba como Secretaria de Estado (equivalente a Ministra de Relaciones Exteriores), del gobierno de Obama.
A diferencia de Clinton, Biden llega a esta etapa de la campaña sin sobresaltos, ni escándalos de gran proporción que puedan reducir su apoyo electoral a 7 días de las elecciones. Vale precisar que según el promedio de encuestas de Real Clear Politics a siete días de las elecciones Biden, a nivel nacional, lleva una ventaja de 7,7% sobre Trump, mientras Clinton llevaba 3,2%.
-Faltando 7 días para las elecciones ya ejercieron su derecho a voto anticipado (por correo o en presencia) alrededor de 75 millones de personas, y se espera que la cifra aumente en los próximos días, superando por creces los 58 millones de votos anticipados de 2016. Habrá que esperar al 3 de noviembre para saber si esta es una tendencia que muestra un aumento significativo de votantes en estas elecciones, o si las personas están solo adelantándose a la jornada para evitar las aglomeraciones el día electoral, como prevención al Covid-19.
¿Qué dicen las encuestas para las elecciones de este 2020?
Tomando el promedio de las encuestas de la última semana de los portales de análisis FiveThirtyEight y de RealClearPolitics, se puede observar lo siguiente:
Estados de inclinación para los Demócratas: En todos los Estados ganados por Clinton en 2016, se ve a Biden con una ventaja consistente y estadísticamente relevante para las elecciones del próximo 3 de noviembre. Lo que permite concluir que es altamente probable que los Demócratas repitan victoria en estos Estados, que suman un total de 234 votos del colegio electoral (ver imagen).
Estados de inclinación para los Republicanos: de los 30 Estados ganados por Trump en 2016, se ve al Presidente con una ventaja consistente y estadísticamente relevante en 20 de ellos para las elecciones del próximo 3 de noviembre. Lo que permite concluir que es altamente probable que los Republicanos repitan victoria en estos Estados, que suman un total de 125 votos del colegio electoral (ver imagen).
Se puede evidenciar que en aquellos Estados consolidados a favor de los Demócratas, el promedio de ventaja de Biden sobre Trump es de 59% a 35% (es decir, 24 puntos porcentuales); por el contrario, en aquellos Estados consolidados a favor de los Republicanos, el promedio de ventaja de Trump sobre Biden es de 55% a 40% (es decir, 15 puntos porcentuales); lo que indica que la victoria de Biden en los Estados azules será por márgenes más amplios que la victoria de Trump en los Estados rojos, lo que indica muy seguramente que Biden va ganar el voto popular a nivel nacional; mas esto no garantiza necesariamente un triunfo del Colegio Electoral, que es la instancia que decide finalmente quien gana las elecciones.
Estados en Disputa: es en estos Estados donde realmente se juega la elección presidencial, pues son territorios en donde el promedio de las encuestas no le da a ninguno de los dos candidatos una ventaja relevante, es decir hay empate técnico, o en su defecto son Estados que ganó un partido hace 4 años, pero ahora el partido rival tiene una ventaja (Ej: Pensilvania, Michigan y Wisconsin que fueron ganados por Trump en el 2016, pero ahora Biden aparece ganando en las encuestas). (ver imagen)
Respecto a los Estados en disputa vale hacer las siguientes reflexiones:
-Texas es de tradición republicana, desde las elecciones de 1.976 los Demócratas no ganan este Estado; pero todas las encuestas muestran un empate técnico entre ambos candidatos para las elecciones de 2020, con una leve ventaja para Trump.
-Los 10 Estados en disputa para las elecciones de 2020, fueron ganados en las elecciones de 2016 por Trump, lo que representa un desafío para la campaña republicana, pues tienen el reto de tener que ganar más territorios para llegar a la cifra de 270 votos del colegio electoral. A Biden le bastaría con obtener el triunfo en cualquier combinación de estos Estados que sume por lo menos 36 delegados al Colegio Electoral (pues según las encuestas es muy probable que tenga asegurados 234); mientras el Presidente Trump necesita obtener triunfos cuya combinación le permitan sumar al menos 145 delegados al Colegio Electoral (pues según las encuestas es muy probable que tenga asegurados 125).
-A favor de Trump juega el hecho que: 1) la historia ha favorecido a quienes desean prolongar su mandato por cuatro años más, solo 4 presidentes han perdido la reelección en los últimos 120 años. 2) en 2016 Trump solo ganó en una ciudad con más de un millón de habitantes en todo el país, es decir los demócratas ganaron abrumadoramente las elecciones en los centros urbanos, pero los republicanos lograron obtener la mayor parte del voto sub-urbano y rural. Si este voto rural no está significativamente representado en las encuestas, podría darse el fenómeno del voto oculto, es decir, el voto que no es perceptible ni en las encuestas, ni en los medios, pero que se manifiesta en las urnas.
¿Qué más ocurre en las elecciones del 3 de noviembre?
Lo que más concita la atención mediática y ciudadana de la jornada electoral, es la elección presidencial. Pero vale aclarar que ese día también se eligen representantes al poder legislativo:
-35 Senadores, de un total de 100, para un periodo de 6 años (actualmente los Republicanos tienen mayoría de 53 vs 47)
-435 Representantes a la Cámara, para un periodo de 2 años (actualmente los Demócratas tienen mayoría de 235 vs 200)
A modo de conclusión
Aunque Biden es favorito para ganar las elecciones el próximo 3 de noviembre, dado el complejo sistema electoral, que puede permitirle a un candidato obtener el triunfo en el Colegio electoral, habiendo sacado menos votos ciudadanos, nada está dicho. Trump tiene opciones reales de obtener el triunfo, aunque estas pasan por ganar la mayoría de Estados en disputa, una condición que, aunque se ve difícil, no es imposible, al fin y al cabo, ya lo hizo en 2016…en contra de las encuestas y las probabilidades.