Fugarse de un centro carcelario en Colombia se ha convertido en un acto no solo aberrante, sino también, uno que deja en evidencia la corrupción, y falta de medidas de seguridad, también en verdaderas pero infames “películas de acción”, donde los delincuentes de burlan de las autoridades.
A continuación, presentamos el top 5 de fugas deshonrosas, que han hecho replantear medidas de seguridad, aunque con los hechos ocurridos en los últimos días, vuelve la pregunta de si el país realmente ha tomado los correctivos necesarios para estar un paso delante de los criminales.
Tomamos en cuenta los casos de aquellos ya condenados al momento de su fuga, o que ya se encontraban presos, así que no se mencionan casos como la desaparición de Santrich, ni la huida al exterior de la exdirectora del DAS, María Del Pilar Hurtado, o de Andrés Felipe Arias, pues en ese momento no estaban condenados.
- Aida Merlano: El diseño de sonrisa
La fuga de Merlano llegó a los medios internacionales, pues los hechos son una verdadera caricatura de las medidas de seguridad que se deberían tomar para una persona condenada a 15 de años de prisión, por corrupción al sufragante, concierto para delinquir agravado y tenencia de armas de fuego.
La excongresista y sus cómplices crearon un plan que asombra por la sencillez de su ejecución, pero que debió tomar en cuenta con lujo de detalles cada paso. Fue llevaba a un centro médico (al parecer) con la excusa de un diseño de sonrisa, una vez dentro, duró 4 horas en su cita, tiempo suficiente para cambiarse de ropa con ayuda de familiares, colocar una soga y bajar de un tercer piso, donde la esperaba un motociclista con logos de domiciliario. ¿Quién autorizó su salida para este tratamiento estético?, y ¿Cómo salió acompañada solo con una dragoniante y un conductor?, algunas de las preguntas de las que se espera pronta respuesta.
Irónicamente, la condenada apeló su condena el mismo día que se fugó.
- “Emborrachar” al dragoniante
Un plan sencillo, pero que increíblemente funcionó, Jhon Alejandro Gutiérrez, alias Mayimbú, y Olmedo Vargas (ambos exguerrilleros), el primero condenado a 40 años de prisión, y Vargas capturado en 2017 por hurto, pero con procesos en Justicia y Paz, se fugaron en marzo de 2018 de La Picota.
Lo que hicieron dejó al descubierto los hechos de indisciplina al interior del centro carcelario, pues desde las 6pm, comenzaron a tomar una bebida alcohólica artesanal, con su propio custodio, a eso de las 9pm, le pidieron al dragoniante que los dejara salir para traer más licor, a lo que este (en estado de embriaguez) accedió. Por supuesto huyeron, dejando un vergonzoso hecho para la historia de La Picota.
- En Helicóptero
Vamos hasta 1988, cuando estaba recluido uno de los más famosos sicarios de Pablo Escobar, se trata de Dandeny Muñoz, más conocido como La Quica, a quien sus cómplices intentaron liberar en varias oportunidades.
Quizá la más emblemática, sea su fuga de la Cárcel de Bellavista en Antioquia, donde en medio de una balacera, y junto a su hermano Brances, huyeron aferrados de un helicóptero, tres años después, se pagaron $400 millones de pesos, para volver a huir, esta vez de la Cárcel Modelo de Bogotá.
- Actuando como un Fiscal
Suplantar a un Fiscal, ese fue el plan de Pedro Antonio Aguilar para escapar (condenado por el cartel de la Chatarrización a finales de 2018), y lo logró, el 22 de marzo de 2018, el cómplice que hizo el papel del funcionario, fue José Edilberto Parada, y sorprendentemente, dijo recibir solo 2 millones de pesos a cambio de cometer el delito.
Tanto la abogada de Aguilar, como el falso Fiscal, solicitaron la libertad en una audiencia en Paloquemao, e incluso el suplantador dio su nombre y número de cédula reales en la audiencia, y no fue sino hasta dos semanas después que se percataron de la farsa.
Por supuesto, Aguilar fue recapturado, su abogada también, y el suplantador enfrenta un proceso, alegando que lo hizo por el desespero del rebusque y no tener nada para comer.
- Pablo Escobar
Infame, así se ve ante la historia todo lo ocurrido con el famoso escape de Pablo Escobar de su centro de reclusión en La Catedral. No sólo se le permitió adecuar el lugar con una gran cantidad de lujos, muchos de ellos importados de Italia, además era vigilado por los suyos, hasta que el entonces presidente César Gaviria, finalmente solicitó intervenir el penal.
Hasta allá llegaron el director de Prisiones, coronel Hernando Navas Rubio y el mismo viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, con el Ejército. Increíblemente ambos fueron secuestrados, y Escobar con sus lugartenientes escaparon por un muro de yeso, que mandó construir con ese propósito.
Es igualmente infame, que hoy muchas personas tomen esta burla a la legalidad y con ella a los colombianos, como un acto brillante y divertido, que, en lugar de eso, les costó la vida a varias personas asesinadas en ese mismo lugar por órdenes de brutal narcotraficante.