El 2019 será un año difícil de las relaciones entre Colombia y Venezuela, todo luego de la reunión del Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo, con el presidente Iván Duque, donde manifestaron su preocupación por la situación del vecino país.
Colombia sigue recibiendo migrantes, que ya superan ampliamente el millón, y podría seguir en aumento en el 2019, a la espera de recursos que espera lograr destinar las Naciones Unidas ante la trágica situación de los venezolanos que escapan de su país.
La cancillería venezolana trató la reunión entre el mandatario colombiano y secretario Pompeo como intervencionista, e incluso criticó las polémicas declaraciones del presidente Duque sobre el apoyo de los Estados Unidos a la independencia de la Gran Colombia.
La reacción de la región
Hoy será un día crucial, pues los 14 países del Grupo de Lima, se reunirán en esa ciudad para definir su posición ante la posesión el próximo 10 de enero de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela por 6 años más, una declaración que podría significar tratar en bloque a ese régimen como dictadura. Aunque no se esperan grandes decisiones de fondo.
El parlamento venezolano al celebrarse las elecciones decidió no apoyarlas, y las considera fraudulentas, mientras la mayoría de los líderes opositores han escapado, han sido censurados o incluso algunos han fallecido en críticas circunstancias.
El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, leyó ayer una declaración donde manifiesta que no existe un ánimo belicista por parte del gobierno colombiano para seguir tratando el canal diplomático que considera todavía abierto.
La cancillería venezolana manifiesta que ha presentado 4 cartas solicitando un diálogo político con el gobierno de Iván Duque, sin obtener respuesta, y espera próximamente enviar una quinta carta.
La pregunta ahora será ¿Es desde el 10 de enero Nicolás Maduro un dictador en propiedad?, la respuesta es confusa, pues las elecciones en las que resultó elegido para el anterior periodo también fueron duramente cuestionadas, por la terrible situación en materia de derechos humanos en Venezuela desde ese tiempo, y porque neutralizó con la constituyente a la oposición de forma sistemática, es decir, se podría hablar del fin de la democracia venezolana para muchos analistas desde la constituyente y no necesariamente desde el inicio de un nuevo periodo presidencial.
Lo cierto, es que la solución a la crisis venezolana no parece cercana, y aunque el canciller Trujillo dice buscar una salida diplomática, no se sabe claramente cómo generar un cambio de régimen en ese país, y como cambiaría eso la fuerte crisis económica y social de Venezuela.